Este tipo de alimentos deben estar localizado en un área cerrada, seca, ventilada y limpia. Cualquier estiba, tarima o anaquel que se utilice para almacenar, debe estar limpio y, al menos, a 15 centímetros del nivel del piso.
Es importante almacenar alimentos secos en recipientes cubiertos, cerrados o en sus envases originales y en orden, etiquetados o rotulados con la fecha de entrada al almacén.
En todos los almacenes de alimentos ya sean de refrigeración, congelación o de secos se debe aplicar el Sistema de Primeras Entradas-Primeras Salidas (PEPS) que consiste en garantizar la rotación de los productos de acuerdo a la fecha de recepción, vida útil o vida de anaquel.
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Todo lugar de almacenamiento debe estar libre de fauna nociva, mascotas, mohos o suciedad visible, se debe establecer un sistema de control preventivo efectivo, así como limpiarse en forma periódica.
El almacenamiento de detergentes, insecticidas o cualquier otro producto químico, se debe hacer en un lugar separado y delimitado de cualquier área de manipulación o almacenado de alimentos. Deben etiquetarse o rotularse de tal manera que se informe sobre su toxicidad y empleo.
La mayoría de frutas y verduras pueden conservarse a temperatura ambiente en un lugar seco, fresco y muy bien ventilado; ya que son alimentos de rápido deterioro es imprescindible revisar su estado a diario.
Algunos alimentos como los huevos mejoran su conservación bajo condiciones de refrigeración.
Los alimentos esterilizados pueden conservarse a temperatura ambiente, pero una vez abierto el envase deben refrigerarse.
Todos los recipientes, frascos, botes y bolsas deben estar etiquetados o rotulados y bien cerrados.