Los que desconocen el rugido brutal de «¿¡Are you ready!?», lanzado por Jonathan Davis, en la canción «Blind», seguramente no crecieron con el dolor escondido detrás de las letras de Korn, la banda que cambió la vida de tantos adolescentes que crecieron, en la década de los 90, con el género nu metal.

Ese grito inconfundible, lleno de rabia por un pasado tormentoso, se escuchó al interior del Pepsi Center WTC la noche del martes.

El grupo californiano salió a las 22:00 horas y fue su manera de saludar a siete mil metaleros presentes.

Estar en ese momento en el que la canción arranca fue único: la cerveza voló, quizá vasos con algún otro líquido también lo hicieron; el «headbanging» (movimiento y azote agresivo de cabellera) comenzó y apenas unos tímidos «moshpits» (baile hardcore) intentaron consolidarse al centro de la pista.

Los cerveceros son los que más sufrieron. Al igual que sucedió con Limp Bizkit en el mismo lugar se adentraron al ciclón de fregadazos y saltos para refrescar a la raza prendida, sin tirar una sola.

Se supone que era un show para celebrar el disco que inició todo un movimiento generacional, el homónimo, lanzado en 1994; sin embargo, no fue un concierto como se prometió.

De esas 12 canciones contenidas en dicho material, sólo sonaron otras tres: «Clown», «Faget» y «Shoots And Ladders», en la que Davis salió con la gaita que da la bienvenida a la escabrosa canción que explica las tenebrosas verdades de las canciones de cuna.

Ver a Davis sosteniendo su peculiar pedestal, un diseño que dejó el artista gráfico y escultor suizo H.R Giger, creador de las criaturas de Alien, llevaba a imitar de inmediato su
distintivo «headbang», lo mismo que los guitarristas Munky y Head, cuyas rastas volaban una y otra vez.

Hubo calvos que, aunque no tenían qué sacudir, lo intentaron, aun cuando su compañero de hombro tenía una larga cabellera que azotaba con rudeza.

No faltaron los graciosos «haters» (que en este caso podría traducirse como inconformes) que abuchearon el solo de Ray Luzier. ¿La razón? Creen que su técnica está muy por debajo de David Silveria, quien abandonó el grupo en 2006.

El pretexto de celebrar un álbum resultó ambiguo durante la noche, pues hubo oportunidad de escuchar rolas que marcaron a todos los eternos adolescentes que

arribaron al lugar, como «Falling Away From Me», «Here To Stay», «Twist» y «Did My Time».

Fue común ver cuellos tatuados con el nombre del grupo, cualquier fanático lo haría; portadas del disco impresas en playeras y gorras conseguidas en la piratería por 100 pesos que, en cualquier lavada seguro se depositan en la basura, pero que esa noche cobraron un valor muy fuerte.

Hubo tiempo para hacer un cover a «One», de Metallica, y a «Another Brick In The Wall», de Pink Floyd, que, pese a tener el sello de los mejores músicos que han existido en el planeta, Korn puede presumir tener una de las mejores adaptaciones que se han hecho.

Despues de 90 minutos ya no hubo tiempo para más. «Freak On A Leash» y «Got The Life», fueron las últimas rolas. Quedaron ganas de más como «Make Me Bad», «A.D.I.D.A.S» o «Thoughless», sin embargo, habrá que esperar a su próxima visita.

¡SUÉLTATE EL PELO!
– «Blind»
– «Right Now»
– «Here To Stay»
– «Love & Meth»
– «Somebody Someone»
– «Narcissistic Cannibal»
– «Falling Away From Me»
– «Coming Undone»
– «Shoots And Ladders»
– «Hater»
– «Twist»
– «Did My Time»
– «Y’all Want A Single»
– «Faget»
– «Another Brick in The Wall».

Encore
– «Got The Life»
– «Freak On A Leash».

Excélsior.

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