La cantante Selena Quintanilla, asesinada en 1995, recibió a título póstumo su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en Los Ángeles, un acto que para su hermana, Suzette Quintanilla, escenifica que «la reina de la música tejana» dejó un legado «que permanecerá siempre».

Selena nos representaba a todos los méxico-estadunidenses. Ella era el ejemplo de que con trabajo y esfuerzo se puede lograr el éxito. Ella misma decía que lo imposible es posible. Su objetivo nunca fue vivir para siempre, sino crear algo que permanezca. Hoy lo ha logrado», valoró Suzette Quintanilla.

La carrera de Selena comenzó en la década de 1980 como miembro de la banda familiar Selena y Los Dinos, acompañada por sus hermanos Suzette y A.B. Quintanilla.

La artista, todo un icono entre el público hispano, fue homenajeada con la estrella número 2.622 del Paseo de la Fama de Hollywood, situada frente al histórico edificio de la discográfica Capital Records, durante una ceremonia que acogió a centenares de fans en las calles.

A la ceremonia acudieron como invitados la actriz texana Eva Longoria, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, y Gregory Nava, director de Selena, la cinta biográfica que se estrenó en 1997 con Jennifer Lopez como protagonista.

Una Longoria emocionada y a punto de llorar reconoció que debía mucho a Quintanilla.

Esta estrella es para cada latina. Yo crecí sin verme reflejada en las películas, en la televisión, en la música… No me veía reflejada en nada, pero todo cambió con ella. Su voz abrió el corazón de millones de personas y validó mi existencia. Demostró que los méxico-estadunidenses también existimos», apuntó la actriz.

Demostró que somos tan estadunidenses como la tarta de manzana y tan mexicanos como las enchiladas», agregó Longoria, quien prometió seguir honrando a Selena «haciendo más camino para los latinos» en el país.

Más información en Excélsior.

http://www.excelsior.com.mx/funcion/2017/11/04/1199134

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