o largo de 24 años de carrera artística, Lila Downs ha tenido varias caídas sobre el escenario, accidentes que en su momento los tomó con risas y hasta bromeaba al respecto.

Sin embargo, como explicó la oaxaqueña a Excélsior vía telefónica desde su tierra natal, la vida le está pasando la factura a tal grado que tuvo que cancelar su gira «Balas y chocolate» por Europa, programada para mayo.

“Todos los pasos en la vida llevan elementos de dolor y sacrificio. Durante más de 20 años tuve diversas caídas en el escenario y ahora estoy pagando las consecuencias. Encontraron que estoy mal de la espina dorsal. Ahora estamos viendo cuáles son los pasos a seguir en cuanto a la salud.

De pronto sí me dio el susto y caí en cuenta de que tengo que parar un rato. No me permiten hacer viajes largos, por lo tanto tuve que cancelar la gira a Europa”, comentó.

Pese a lo delicado de la situación, la cantautora no pierde el humor y entre chistes adelantó que es muy probable que se someta a una complicada operación.

“También es la bola de años, esos mezcales ya se están notando”, dijo entre risas, “son los ciclos de la vida. Estoy a dos años de cumplir 50 y ya todo cambia. Lo bueno es que siempre he hecho mucho ejercicio que me ayudará a reponerme rápido.

Quiza sí me tengan que cortar algo, aún no lo sé, pero sí voy a considerar todos los puntos de vista de los diversos especialistas que estoy consultando. Voy a tomar con calma esta situación para tomar la mejor decisión, porque cuando te precipitas te puedes equivocar”, expresó.

ÚNICA E IRREPETIBLE

Lila Downs se ha erguido como defensora de las raíces nacionales — principalmente las mixtecas— y ha extendido sus actividades más allá de la música, como la actuación y la filantropía.

Además de cantar en español, inglés y en lenguas como la mixteca, zapoteca, purépecha, náhuatl y maya, ha impuesto su propio sello al presentar una imagen estilizada de lo mexicano a través de su vestuario y de las participaciones que ha tenido con figuras como Linda Ronstadt, Enrique Bunbury, Caetano Veloso, Juan Gabriel y Juanes, desmarcándose de intérpretes de música mexicana como Lola Beltrán, Lucha Villa, Aída Cuevas o Flor Silvestre.

“Soy la expresión de nuestro tiempo que ha cambiado. Soy sólo una, soy única e irrepetible. A veces la gente dice que se está acabando la música mexicana. No lo creo. Pienso que se está transformando en algo diferente.

Lo que hago es una vertiente que tiene que ver con esa realidad cultural que vivimos, pero a la vez con la expresión profunda de nuestras raíces y eso no lo puedo negar porque soy oaxaqueña y aquí somos muy severos con ciertas cosas”, explicó.

Esta dedicación ha hecho que Downs haya ganado en 2013 un Grammy por su disco «Pecados y milagros», además de tres Grammys Latinos; aunque aseguró que no ha sido fácil arar en este campo de la música.

En todo este tiempo he tenido claro la discriminación que hay contra nuestra música tradicional en ciertos ámbitos, quizá ni nos toman en cuenta o piensan que es del pasado. Por eso es importante recontextualizar qué es lo que hago. Me pongo un traje muy tradicional con elementos que quizá no conozcan y con líneas vanguardistas y con eso trato de mostrar que nuestra música está vigente, viva, que estoy orgullosa de mis raíces y prueba de ello son los masivos que he hecho y donde la gente acude en cantidades que no crees; es muy lindo ver que la gente aprecia lo nuestro cuando se da el tiempo de escucharla”, dijo.

Lila Downs ha alternado con bandas como Simply Red y pisado escenarios de Alemania, China, Japón, Afganistán y Egipto. En 2008, con su gira «Ojo de culebra», recorrió 30 países.

Me queda claro que uno tiene que ir ajustándose a los cambios de vida y creo que ésa es la belleza de cómo enfrentas todos estas circunstancias y retos. He vivido de todo, definitivamente no ha sido fácil, primero por lo difícil que es colocar la música mexicana y después por mi apellido, que ha sido un reto hacer entender esa bipolaridad cultural que tengo. Al final me quedo con los comentarios que el público me hace: ‘Usted sí canta y muy bonito”. Me da risa que a veces piensan que soy sólo la mujer que posa con la ropa mexicana”, compartió.

ALTRUISTA

Los logros que ha tenido son muchos, sin embargo, la vida le ha puesto un alto que aprovecha para estar con el motor de su vida y fuente de inspiración.

Ahora estoy en Oaxaca, con mi familia, haciendo terapias y viendo crecer a mi hijo Benito. Hoy tiene seis años, justo la edad en que comienza a cuestionarse todo y a expresar sus puntos de vista. Es mi pase a un mundo fantástico que me está ayudando a construir un nuevo disco”, comentó.

Y preocupada por la niñez, Lila ha puesto énfasis en el altruismo, especialmente en el apoyo de las mujeres oaxaqueñas. Por ello, el próximo 7 de mayo se presentará en una cena-concierto en El Centro Cultural La Calera en Oaxaca de Juárez con el que se buscará reunir millón y medio de pesos que servirán para ayudar a jóvenes a través del Fondo de Becas Guadalupe Musalem.

Los invito a que participen en esta velada en la que cantaré temas que no se han grabado, unos boleros que pondré a su consideración. Además gozarán con la gastronomía oaxaqueña, la tradicional y moderna hecha por oaxaqueños y en un lugar mágico y hermoso”, concluyó.

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