A raíz de los sismos ocurridos el mes pasado en el territorio nacional donde diversas familias resultaron afectadas por la caída de sus casas, principalmente en comunidades de bajos recursos de Oaxaca, Chiapas, Puebla y Morelos, el Ing. José Castro Orvañanos, exacadémico de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), invitó a los afectados, así como a las autoridades, a impulsar la creación de techos y cisternas para recolectar agua de lluvia, con ferrocemento.

Reconoció que este material hecho a base de alambre, tela de gallina, cemento y arena, es de bajo costo, impermeable y de fácil reparación. Destacó que se requiere una pequeña curva para evitar agrietamientos a futuro, sin embargo, garantizó la  durabilidad del producto; añadió que los techos no pueden ser mayores a ocho metros por cada lado, mientras que las cisternas pueden tener una capacidad de 15 a 30 metros cúbicos.

“Se han hecho más de mil cisternas y una cifra similar de techos de casas tipo domo. Con todo lo que se ha vivido, principalmente en los estados del sureste donde se han quedado muchas familias sin casa, la idea es que se haga un muro resistente y que la misma gente construya los techos con ferrocemento y además puedan hacer sus cisternas para recolectar agua para vivir y no tengan que caminar hasta un par de horas para llegar a donde están los arroyos para cargar botes y que inclusive esa agua pueda estar contaminada”, destacó el Ing. Castro Orvañanos.

A diferencia del rechazo que tuvo por parte de la pasada administración estatal, el investigador egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), agradeció el impulso por parte de la UAQ para la consolidación de este proyecto, mismo que se aplicó en diversas comunidades de la Sierra Gorda, donde no contaban con servicio de agua dado el costo que implicaría su traslado y almacenamiento. 

Destacar  que gracias a este apoyo se han logrado construir cerca de mil cisternas y una cifra similar de techos para casas tipo domo. Castro Orvañanos indicó que desde hace un año, gracias al equipo para recolectar agua de lluvia, varias familias también crearon huertos familiares, situación que dijo, les permite mejorar su economía personal.

“El proyecto está enfocado principalmente al medio rural, para que ellos puedan hacer sus cisternas y recolectar el agua de lluvia, con eso les alcanza para todo el año, e inclusive ya hasta han hecho huertos; la UAQ hace una labor extraordinaria en la Sierra; los visité recientemente veo que han sembrado calabazas, tomates, lechugas, zanahorias, entre otras frutas y verduras, esto les ha cambiado la vida. Me dicen que antes no tenían agua y ahora les sobra, por eso la UAQ les enseñó a preparar la tierra, además de darnos la semillas”, manifestó.

El investigador resaltó el impulso de este proyecto en la zona serrana, situación que permitió obtener el premio “Bombardier” junto con Cáritas, agrupación que brindó el financiamiento. Agregó que la capacitación es de dos días, mientras que la construcción la puede realizar cualquier persona en una semana. Además se cuenta con un manual didáctico para quienes no saben leer, elaborado con apoyo del Arq. Ángel González de la Tijera.

Compartir