CIUDAD DE MÉXICO.- Para muchos el alcance del modelo free-to-play se debe a lo fácil que es volverse adicto por la poca inversión de tiempo o dinero que en teoría requieren los juegos en línea o los juegos para descargar en smartphones.

En caso de que no estés familiarizado con el término, se trata de los famosos “juegos gratis”. No los que se descargan ilegalmente, sino los que se planearon así, sin costo al público, pero cuentan con microtransacciones y otras maneras para invertir dinero en ellos.

Este modelo ya era bastante usado en juegos para navegadores de internet, pero el mercado de smartphones abrió una nueva mina de oro para quienes adoptaron esta forma de trabajo. Seguro tú eres parte de él o alguien cercano a ti.

Para comprenderlo un poco mejor, platicamos con Nick Fortugno de Playmatics y Dennis Heinert de Inno Games durante la Game Developers Conference 2014, quienes han trabajado de primera mano con este modelo de negocios.

Fortugno señala que hay tres tipos de free-to-play: de un jugador, multijugador social y multijugador hardcore.

En el primero (como Candy Crush) se recompensa el progreso y la gente pagará por hacerlo más rápido o tener nuevas oportunidades.

En el segundo (como Clash of Clans), hay un sistema más de estrategia y lo que buscará la gente será proteger esos progresos y pagaría por acelerar algunas cosas.

Y finalmente, en el hardcore (como League of Legends), lo que engancha a la gente es probar su habilidad e invertirá en mejoras específicas.

¿Cómo se vuelve redituable el modelo free-to-play?

El diseño de este tipo de juego debe incluir la monetización en sí mismo, no meterla como un extra o algo que limite al potencial jugador de manera demasiado cortante. La mayoría de la gente no quiere pagar, precisamente por eso decidieron bajar el juego gratuito, pero la mayor parte de las ganancias provienen de las “ballenas”, que son personas a las que no les importa la cantidad de dinero que gasta en algo que le gusta.

Precisamente esa es la ventaja del free-to-play, pues como señala Heinert “antes tenía que gastar hasta 50 euros por un juego y esperar que me gustara, en cambio con este modelo puedo probarlo y quedármelo si me gusta, pero desinstalarlo si no es de mi agrado”.

En México también está creciendo este fenómeno, precisamente por eso empresas como Inno Games han mostrado su interés en crear servidores para la región y localizar sus contenidos al español.

¿Cuál es el problema?

El peligro de lo fácil y redituable que se ha vuelto esto es que empieza a existir una sobre-oferta de juegos free-to-play, y la calidad de los mismos puede llegar a ser muy mala.

Poco a poco también en consolas empiezan a aparecer proyectos “gratuitos” como Warframe. Podemos esperar muchos más en el futuro. Pero como siempre, sólo gastarás en algo que te guste. Después de todo, tú eres quien decide descargar o no estos juegos, y cuánto tiempo y dinero deseas invertir en ellos.

Fuente:dinero en imagen

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