La relación entre Chivas y Grupo Pachuca parece irreal, muy atípica, como si fuera tomada de un “refrito” de telenovela. Esa relación entre ambas instituciones, ha pasado del odio al amor en tan solo unos años.

Se formó rivalidad, se pelearon por ser “el equipo de México” y hasta disputaron una final de la Concacaf. Ahora, son algo más que “socios comerciales” y se han convertido en la nueva cofradía del futbol mexicano.

Dicha rivalidad comenzó a fraguarse desde que Pachuca y Chivas se enfrentaron en Liguillas. Inolvidable resulta el momento en que los Rojiblancos ya festejaban un boleto a la gran final del Clausura 2006 y Aquivaldo Mosquera les mató la ilusión, en la última jugada del partido.

Desde entonces a la fecha se han enfrentado en todo tipo de escenarios: juegos eliminatorios por la Copa Libertadores, una final de la Concacaf, y ambos se peleaban por ser el equipo más representativo en nuestro país, pese a que Pachuca ya mostraba cómo formar planteles llenos de extranjeros y naturalizados; mientras que el Rebaño lo hacía solo con mexicanos.

De unos torneos para acá, Grupo Pachuca (conformado por el cuadro Tuzo, además de León) dejaron de mostrarse cerrados para hacer negocios con Chivas.

Desde el 2015, las negociaciones entre Chivas y Grupo Pachuca han tomado una fluidez importante por los traspasos de jugadores como nunca antes había ocurrido.

 

MEDIO TIEMPO

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