Como todos ya sabemos las señales WiFi son, simplificando un poco el asunto, una serie de ondas que viajan por el aire y que se van debilitando conforme aumenta la distancia entre la fuente emisora -el router en el caso de una instalación doméstica- y el dispositivo receptor de esa señal -smartphone, consola de videojuegos o televisor inteligente, por ejemplo-.

Este modus operandi podría hacer pensar que los problemas de una señal WiFi débil, es un problema para aquellos afortunados que vive en pisos o casas de cientos de metros cuadrados, pero nada más lejos de la realidad, ya que existen otros mucho factores que pueden reducir el alcance de las ondas WiFi más allá de la distancia con el router. Paredes gruesas (muy comunes en edificaciones antiguas), muebles, cortinas, un router poco potente, o vivir rodeados de otras muchas señales WiFi pueden provocar señales débiles.

Si este es tu caso, en el mercado puedes encontrar multitud de soluciones, desde los socorridos extensores WiFi, hasta los prácticos dispositivos PLC, por los que tendrás que abonar no menos de 30 euros en el mejor de los casos, pero ¿y si te dijéramos que puedes conseguir ampliar la señal WiFi de tu router por sólo unos pocos céntimos? Y no sólo, además tendrás que tomarte una cerveza.

Tranquilo, no estamos fomentando la bebida, de hecho puedes hacerlo con cualquier tipo de lata de refresco. Este truco para mejorar la señal WiFi no es nuevo, pero si tremendamente efectivo.

PASOS

1.-Sólo hay que hay que recortar la base de la lata ayudándonos de un cutter, una vez que te la hayas bebido claro.

2.-Una vez hayas quitado la base, lo siguiente es la parte superior. Es algo más complicado porque hay que cortarla dejando una pequeña sección intacta ya que el objetivo es lograr que el cuerpo metálico de la lata quede ligeramente unido a la parte superior.

3.-Ahora, corta el cilindro entero de arriba a abajo con unas tijeras, aproximadamente por la zona contraria a donde dejamos esa unión en la parte superior.

4.-Para termina abre la lata con las manos, y coloca el resultado sobre la antena del router a través del orificio para beber.

Puede parecer una solución cutre, pero no es más que pura física gracias a las propiedades reflectoras del aluminio. La explicación es simple: este tipo de antenas son omnidireccionales, es decir, envían señales en todas las direcciones, lo que conseguimos con este sencillo truco para ampliar el WiFi es unificarlas y orientarlas hacia el lugar correcto, nada más.

Sin Embargo

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