Amás tardar en año y medio, podría estar lista para aplicarse, la vacuna contra la nueva cepa de coronavirus, señaló a Excélsior, Yolanda Cervantes, directora médica de investigación, desarrollo clínico y asuntos médicos de vacunas en GSK México.
Con la expectativa de lograr la consolidación -lo más rápido posible- de dicha inmunización, la compañía farmacéutica de origen británico GlaxoSmithKline (GSK) está trabajando, -dentro de un desarrollo acelerado- con la Universidad de Queensland en Australia y con la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), ya que el periodo habitual de investigación para la creación de una nueva vacuna, es de entre 10 y 15 años.
Yolanda Cervantes, investigadora de GSK México, explicó que -GlaxoSmithKline- ha puesto a disposición de la investigación mundial, su tecnología pionera de “sistema adyuvante”, el cual, está conformado por sustancias que se agregan a las vacunas, con la finalidad de mejorar la respuesta inmune del cuerpo humano.
En este caso, el objetivo es tener una protección más resistente y duradera, al virus Sars Cov-2 que genera la enfermedad de Covid-19.
Y lograr que en el mundo, exista el potencial de hacer que un mayor número de vacunas estén disponibles, a la brevedad.