Últimamente me he dado cuenta que los aspectos básicos de nuestras vidas lo dejamos pasar, por diferentes razones: lo cotidiano, lo natural, la rutina, etc., y muchas veces no estamos consientes de eventos naturales que tienen más relevancia (energéticamente), de lo que creemos como es el caso del solsticio de verano.

El verano sabemos que es una de las cuatro estaciones de las zonas templadas, la cual muchos esperamos para vacacionar y disfrutar del sol a la orilla del mar, idóneamente junto con una fresca piña colada. Esta bella temporada inicia con uno de los eventos más significativos para muchas culturas y religiones, el solsticio de verano, cuando el sol alcanza su mayor altura aparente en el cielo y es el día más largo del año. Por ejemplo los Egipcios, construyeron uno de los principales monumentos piramidales que actualmente son un ícono en la historia de la humanidad, los Mayas con sus observatorios en el sur de México y Guatemala, posteriormente se fue relacionando con temas de fertilidad como es el caso de la Antigua China, celebrando a la tierra, lo femenino, las fuerzas del yin, en Palestina con edificaciones dedicadas al sol, el Norte de Europa con festivales de fuego y de la magia del amor en tribus germánicas, en la antigua Suecia con ritos son la base del actual árbol de Pascua, América, entre ellos Estados Unidos que festeja con un desfile en California y con las nuevas tendencias holísticas, en Nueva York celebran con un evento de dos días llamado “Solstice in Times Square” de yoga y meditación.

Este año el solsticio de verano entra el día 21 de junio a las 10:51 am y en el yoga se practica y ofrece una meditación dinámica, consiste en 108 saludos al sol (Surya Namaskar, Surya= sol, creador de vida Namas= acción de reverencia o adoración) es una homenaje al ser supremo y a la celebración del regalo de un nuevo día, y en este caso a una nueva estación, a algo que trasciende, es un receptáculo de la energía, y consta de 8 posturas fluidas en 12 pasos, ligadas a la coordinación con la respiración, trabajando la fortaleza y la flexibilidad, obtienes beneficios como el trabajo del corazón, aumento de coordinación, total conciencia en el presente y por lo tanto calma la mente y generas energía que ni siquiera imaginas tener, una sensación de que puedes lograr cualquier cosa que te propongas.

El número 108 se considera sagrado, ya que aparece constantemente en casi todos los aspectos de la vida, ciencia, biología, en la anatomía podemos ver que el cuerpo humano tiene 108 huesos o desde Pitágoras con su perspectiva que el 9 es el límite de todos los números, con base a este podemos formar cualquier número como el 108. En la meditación dinámica este número ayuda a coordinar el ritmo del tiempo y el espacio, nos mantiene en armonía (mente, cuerpo y espíritu) con los poderes espirituales de la naturaleza.

Esta práctica en lo personal, me parece mágica y extremadamente vigorosa; hace unos días escuche algo de mi maestra que me pareció muy bello: “haz de la rutina, lo extraordinario” y esta es una oportunidad de lograrlo, con un día simple y caluroso de junio, hacer una experiencia mágica en nuestras vidas. Pero me gusta terminar con esta frase: no me hagas caso de lo que digo, practícalo!

Namaste!

Isa Méndez

20 de junio de 2014

@chicanamaste

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