Los alimentos que contienen antioxidantes son benéficos no solo para retardar el envejecimiento, evitar las alergias o la inflamación, sino también para proteger contra el cáncer.

Por ejemplo, el té verde y negro, la cúrcuma y la granada inhiben la proliferación de las células del cáncer de mama y próstata; el brócoli, inhibe el crecimiento y promueve la apoptosis (muerte) de las células cancerosas.

Una mala alimentación -por la insuficiencia o el exceso de nutrimentos-, está relacionada con un mayor riesgo de cáncer, indicó Vanessa Fuchs, jefa de nutrición clínica del Hospital General de México.

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