El investigador en Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), Santiago Ávila Ríos, indicó que el VIH y el Sida se han adaptado y evolucionado según las características genéticas de las poblaciones, algo que podría ser clave para crear futuras vacunas o curas.

Se calcula que 180 mil mexicanos, entre adultos y niños, viven con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida).

Además, el 95.1 por ciento lo adquirió por relaciones sexuales no protegidas, el 2.9 por vía sanguínea y el dos por transmisión perinatal, de acuerdo con datos del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (Censida).

Al impartir la conferencia “Epidemiología molecular y evolución del VIH” en el marco de la XII Semana de Virología 2015, organizada por la Facultad de Medicina de la UNAM, expuso que los antirretrovirales ayudan a que la enfermedad no se replique.

El especialista explicó que los inhibidores de proteasa impiden la maduración del virus, aunque también están los de integrasa, menos utilizados en el país, por ejemplo.

Reiteró que hay un panorama amplio de fármacos y todos, en las combinaciones adecuadas, permiten cambiar la historia natural de la infección, al grado que ya no es considerada una enfermedad mortal, sino crónica y controlable.

Ávila Ríos subrayó que esos tratamientos otorgan periodos largos con alta calidad de vida, similares a la expectativa de la población en general.

Sin embargo, no puede erradicase porque el virus forma reservorios (conjunto de células con VIH integral, pero inactivas) que conllevan la información, pero no producen activamente el agente infeccioso y por eso no son blanco de la terapia retroviral ni de la respuesta inmune.

Expuso que ha habido casos donde una persona deja el tratamiento y, en consecuencia, las células se activan y producen nuevamente el virus, por ello es necesaria una adherencia estricta.

Añadió que si los niveles del medicamento en la sangre cambian, el agente microscópico se expone a multiterapias o biterapias y se dan mutaciones más fuertes.

A esto se le llama resistencia adquirida y en ocasiones se transmite a más individuos.

“Mientras más se utilizan los fármacos de una región, surge una tolerancia como consecuencia natural”, afirmó Ávila Ríos.

El VIH se transmite dentro de la misma población de un país, pues hay pocas redes internacionales. Por tal motivo, es fundamental realizar estudios de vigilancia para saber a qué enfrentarse y qué tendencias se registran, concluyó.

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