Más de un millón de personas contraen una enfermedad de transmisión sexual (ETS) cada día. Aquí te contamos en qué consiste cada una de ellas apoyándonos en expertos de la OMS.
Los VPH (Virus del Papiloma Humano) son, en realidad, un conjunto de virus comunes (existen más de 100 tipos), y, aunque la mayoría son inofensivos, alrededor de 30 tipos se asocian con un mayor riesgo de tener cáncer. Según informa la OMS, estos tipos de virus se clasifican como de bajo riesgo o de alto riesgo, y se adquieren a través del contacto sexual con la pareja infectada. Los primeros causan verrugas anogenitales; los de alto riesgo, en cambio, dan lugar al desarrollo de cáncer del cuello uterino, vulva, vagina y ano en las mujeres, y al cáncer de ano y pene en los hombres. El 99% de los cánceres de útero están vinculados a la infección genital por el VPH, que es la más común del aparato reproductor. Aunque hasta el momento no tiene cura, en la actualidad se comercializan dos vacunas contra el VPH: la bivalente y la tetravalente. Ambas son altamente eficaces para prevenir la infección por los tipos 16 y 18 del virus, que son los causantes de aproximadamente el 70% de los cánceres de cuello de útero. Los expertos aseguran que el uso correcto de los preservativos de látex no elimina pero sí reduce enormemente el riesgo de contraer y contagiar VPH, así como todas las ETS. El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), es un retrovirus que ataca y debilita el sistema inmunitario. Como consecuencia, el organismo se vuelve muy vulnerable a las infecciones y enfermedades. Este virus es el causante del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), y se ha cobrado la vida de más de 40 millones de personas a lo largo de la historia. Al contrario de lo que pueda pensarse, el VIH no se transmite por el aire o por la saliva. Las formas más frecuentes de contagio son a través de relaciones sexuales sin protección o por intercambio de agujas o jeringas con sangre contaminada. Otras vías de transmisión son de madre a hijo a través del embarazo, el parto y el amamantamiento. El tiempo que suele transcurrir entre la infección por el VIH y el diagnóstico de sida puede variar entre 10 y 15 años (en ocasiones más). A día de hoy no tiene cura, aunque el ya conocido tratamiento con antirretrovíricos puede hacer más lenta la evolución, ya que evita la multiplicación del virus. Además, estos fármacos ayudan a que disminuya la carga vírica, es decir, la cantidad de virus presente en la sangre de la persona infectada. Tal y como explican desde la OMS, hay dos tipos de virus del herpes simple: de tipo 1 (VHS-1) y de tipo 2 (VHS-2). Se estima que hay 3700 millones de personas menores de 50 años infectadas por VHS-1 y 417 millones de personas de 15 a 49 años de edad que sufren VHS-2. El primero se transmite por contacto de boca a boca (a veces de la madre infectada al bebé durante el parto) y causa herpes labial (que puede incluir síntomas como calenturas o pupas labiales), o herpes genital. La infección por VHS-1, adquirida mayoritariamente durante la infancia, es altamente contagiosa, frecuente y endémica en todo el mundo. Por desgracia, muchas personas infectadas por VHS-1 no saben que lo están, y es que la infección por herpes labial suele ser asintomática. Por su parte, el VHS-2 se adquiere por vía sexual y causa herpes genital. Eso sí, ambos dan lugar a infecciones que duran toda la vida. Los medicamentos antivíricos, como el aciclovir, el famciclovir y el valaciclovir, son los más eficaces para personas infectadas por VHS. Sin embargo, aunque pueden reducir la intensidad y frecuencia de los síntomas, no curan la infección. La clamidiasis es una enfermedad muy común en los países desarrollados, provocada por la bacteria Chlamydia trachomatis, que puede afectar tanto a hombres como a mujeres. Por lo general no causa síntomas, aunque en caso de tenerlos, los hombres suelen tener necesidad urgente de orinar y ardor al hacerlo, secreciones por el pene o dolor en los testículos. En las mujeres, el flujo vaginal se vuelve espeso y amarillento, suelen sufrir ardor al orinar, dolor durante las relaciones sexuales; también pueden tener secreciones por la uretra o sangrados fuera de la menstruación. Generalmente, puede curarse con los eficaces regímenes de antibióticos de dosis única. Si no se trata a tiempo, en las mujeres puede causar daño en sus órganos reproductivos y dificultades para concebir. En los hombres puede causar dolor y fiebre y, en casos muy graves, infertilidad. Esta infección es muy común entre los adultos jóvenes. La bacteria responsable de la gonorrea es la Neisseria Gonorrhoeae o genococo, y puede infectar el tracto genital, la boca o el ano. Al igual que la sífilis, se contrae a través del sexo vaginal, oral o anal con una pareja infectada o mediante el embarazo o el parto de madre a hijo. En las mujeres, los primeros síntomas son leves. ¿Cómo se pueden identificar? A medida que pasa el tiempo, puede provocar hemorragias entre los períodos menstruales, dolor al orinar y aumento de las secreciones vaginales. Si no se aborda a tiempo, da lugar a la enfermedad inflamatoria pélvica, que causa problemas en el embarazo e infertilidad. Por su parte, los hombres pueden sufrir dolor al orinar y secreción proveniente del pene, algo que causa problemas en la próstata y testículos si no se trata. Tal y como señalan los especialistas, el tratamiento, que consiste en antibióticos, se está volviendo más difícil a raíz del aumento de cepas resistentes a los medicamentos. Causada por una bacteria, la sífilis infecta el área genital, los labios, la boca o el ano y afecta indistintamente a mujeres y hombres. Por lo general se contagia a través del contacto sexual con personas que la sufren, aunque también puede ser transmitido de la madre al bebé durante el embarazo. Expertos del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas indican que la etapa temprana suele causar una llaga única, pequeña e indolora. Sin embargo, estas llagas facilitan adquirir o contagiar el VIH durante las relaciones sexuales. En ocasiones, provoca inflamación de los ganglios linfáticos cercanos y erupción cutánea en manos y pies, pero no son síntomas muy molestos ni evidentes, es por ello que muchas personas no notan los síntomas durante años. En caso de embarazo, la sífilis puede ocasionar defectos congénitos o abortos. Generalmente, se trata de una enfermedad que si es detectada a tiempo, puede curarse fácilmente con antibióticos. La tricomoniasis es causada por un parásito. La mayoría de las personas afectadas no muestra síntomas, y en caso de que los presenten, estos aparecen entre 5 y 28 días después de haberse generado la infección. Los síntomas en las mujeres incluyen secreción vaginal verdosa o amarillenta, molestia durante las relaciones sexuales, olor vaginal, dolor al orinar o picazón en el interior de la vagina. Sin embargo, los hombres rara vez sufren síntomas. Si los tienen, pueden presentar una secreción blanquecina del pene o dificultades para orinar o eyacular. Como la clamidiosis, la gonorrea y la sífilis, esta enfermedad se cura con antibióticos, que tendrán que tomar tanto el infectado como su pareja (en el caso de que la tenga). Extendida sobre todo por India, Guyana y Nueva Guinea, esta infección es causada por la bacteria Klebsiella granulomatis y afecta al doble de hombres que mujeres. A diferencia de otras, muy rara vez se propaga durante el sexo oral. En cuanto a los síntomas, no siempre tienen lugar inmediatamente, ya que pueden darse de 1 a 12 semanas tras haber estado en contacto con la bacteria. La mitad de las personas que resultan infectadas tienen úlceras en la zona anal. Asimismo, tienden a aparecer protuberancias carnosas, rojas y pequeñas en las zonas genital o perianal, que se convierten en nódulos levantados conocidos como tejidos de granulación. En etapas avanzadas, esta infección se parece al linfogranuloma venéreo, los cánceres genitales, o a la amebiasis cutánea anogenital. MUY INTERESANTE
VIH
Virus del Herpes Simple (VHS)
Clamidiasis
Gonorrea
Sífilis
Tricomoniasis
Granuloma inguinal (donovanosis)