El intento del mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador de vender el avión presidencial parece inconcretable y va por su tercer año sin señales de un comprador a la vista.

López Obrador ha buscado atraer a empresas y ejecutivos de negocios, pero no hay interesados, e incluso se había comprometido a rifar el Boeing 787. Desde que asumió el cargo el 1 de diciembre de 2018, el Presidente se comprometió a vender el avión por considerarlo demasiado lujoso. El mandatario se enorgullece de su austeridad, vuela en aviones comerciales y ha efectuado un solo viaje al exterior.

Sin embargo, el miércoles reconoció la dificultad para vender el jet porque es demasiado especializado y hecho a la medida.

Aunque antes López Obrador había anunciado en forma entusiasta haber recibido propuestas por el avión, el miércoles señaló que “no hemos podido venderlo” porque “lo hicieron por pedido especial”.

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