México tiene una política fiscal y monetaria “muy robusta”, y por lo mismo, la proyecciones realizadas en el Fondo Monetario Internacional (FMI) se han mantenido estables con respecto al año pasado (2.4% para 2016 y 2.6% para 2017).

Es uno de los pocos países que está logrando avanzar en un escenario global y en especial de mercados emergentes que se advierte lento. No estamos en crisis, pero los riesgos de una desaceleración económica global han aumentado y por ello el uso y profundización de políticas monetarias y fiscales, así como reformas estructurales, es fundamental para salir del status quo”, afirmó la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.
En conferencia, durante la apertura de las reuniones del organismo cambió la sonrisa por el tono firme al traer a la memoria el clima que antecedió la llegada a la apertura de las Reuniones Anuales.

Parafraseó a Robert Frost para hacer una analogía entre el tiempo y la economía global:

El sol calentaba pero el viento congelaba”, al comentar que hay algo de sol brillando sobre la economía mundial, “porque hay crecimiento y no estamos en crisis, y algunos países (como citaría después a México), están expandiéndose a tasas razonablemente robustas y con un promedio de 3.2 por ciento para 2016 y 3.5 por ciento para 2017, pero con 200 millones de personas buscando empleo.
A pregunta de Excélsior sobre si era válido en las reglas del juego que un país como México mantuviera flexible el tipo de cambio y la cuenta de capitales abierta, para que se utilizara en momentos de volatilidad dijo que “en adición a la apertura de la cuenta de capital (el que México) tenga un régimen cambiario flotante le ha permitido usarlo para absorber los choques externos.

No olvidemos que adicionalmente a sus reservas internacionales, también México tiene contratada con el FMI una Línea de Crédito Flexible (LCF), y no de un monto insignificante, porque el país ha sido lo suficientemente inteligente para utilizarlo como una suerte de seguro, para mantener el rumbo de las acciones de política macroeconómica.
Este es uno de los mejores ejemplos de cómo se utilizan los instrumentos precautorios de manera doméstica en los países, para mantener los objetivos de política económica, independientemente de los que ha tomado el propio país, comenzando por sus reformas estructurales”, comentó Lagarde.

Vientos fríos en Brasil
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, reconoció que “soplan vientos muy fríos” en Brasil, y recalcó la necesidad de que la política macroeconómica vuelva a “un terreno estable”

La situación económica de Brasil es muy preocupante”, afirmó Lagarde sobre la recesión de ese país, que el FMI pronosticó que será de 3.8% este año, su segundo consecutivo de contracción.
Sobre la crisis política brasileña, la responsable del FMI señaló que “esperamos que, del modo que sea, se elimine la incertidumbre”, y las autoridades devuelvan la política macroeconómica a “un terreno estable”.

En su informe de Perspectivas económicas globales, el FMI apuntó a que “las incertidumbres domésticas siguen restringiendo la capacidad del gobierno para formular y ejecutar políticas”, en referencia a la crisis política que se vive en ese país y que está dificultando tomar de decisiones.

La recesión en Brasil es fruto de una confluencia de factores: caída de los precios de materias primas y debilidad de la confianza por retraso en el ajuste fiscal”, explicó Oya Celasun, jefa de estudios del Departamento de Investigación del FMI.

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