Al menos tres millones 813 mil mexicanos viven en localidades en las que no se conoce todavía la alternancia en el gobierno municipal, pues siguen votando históricamente por el PRI; habitan en 96 localidades concentradas en 19 estados de la República.

En las otras 13 entidades, todos los municipios han tenido al menos un gobernante de un partido distinto al Revolucionario Institucional, en un proceso que lleva más de tres décadas.

De los dos mil 456 municipios que registra el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el PRI conserva 96. En un reporte de 2013, los bastiones del PRI sumaban 132. Una gran parte son demarcaciones enclavadas en zonas serranas, pobres, aisladas y con población de apenas unos miles de habitantes.

Ejemplo de lo anterior son los municipios siempre fieles al PRI de Candela y Lamadrid en Coahuila, cuya población suma apenas mil 808 y mil 835, respectivamente. También San Nicolás, Palmillas y Crujillas, de Tamaulipas, con mil 31, mil 795 y dos mil 11 habitantes. O los municipios Atzala y Tepemaxalco, de Puebla, con mil 228 y mil 141 pobladores, cifras todas tomadas del más reciente Censo Nacional de Población y Vivienda (2010).

En contraste, el PRI conserva también la fidelidad en las urnas de grandes conglomerados urbanos, como Piedras Negras, Tamaulipas, con 152 mil habitantes; Gómez Palacio, Durango, con población de 327 mil, y Chimalhuacán, municipio conurbado a la capital del país, con 614 mil pobladores.

Y pese a que la alternancia llegó a Guerrero en 2005 (con Zeferino Torreblanca), su capital, Chilpancingo —que en 2010 tenía 241 mil habitantes— siempre ha elegido a alcaldes priistas, recientemente a Marco Antonio Leyva Mena (2015).

Conserva sus bastiones

Apenas el 5 de junio pasado el PRI perdió por primera vez las gubernaturas de Durango, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz, pero conserva Colima, Coahuila y el Estado de México, que renovarán gobernador en 2017, así como Campeche, que eligió a Alejandro Moreno Cárdenas (PRI-PVEM) en 2015, e Hidalgo, que palomeó en las urnas a Omar Fayad (PRI-PVEM-Panal) el mes pasado.

Los bastiones del PRI siguen siendo Puebla, con 18 municipios, pese a que el estado es gobernado por un panista; Nuevo León (11), Yucatán (10) y Coahuila (9), de acuerdo con un estudio sobre el comportamiento de los votantes mexicanos de 1988 a 2013, publicado por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), coordinado por Javier Aparicio y ratificado por Excélsiór de acuerdo con los últimos datos de los ayuntamientos.

En seis estados, el partido fundado por Plutarco Elías Calles mantiene entre cinco y siete municipios. En cinco más, el PRI conserva al menos un municipio fiel: Nayarit (El Nayar), Zacatecas (Tepetongo), San Luis Potosí (Guadalcázar), Tlaxcala y Querétaro (San Joaquín).

En los estados que siempre han tenido un gobernador priista, hay tres (Colima, Campeche e Hidalgo) en los que, sin embargo, se ha terminado la hegemonía del partido tricolor en los municipios.

El Estado de México conserva seis ayuntamientos fieles (Acambay, Atlacomulco, Chimalhuacán, San Felipe del Progreso, Temascaltepec y Villa Victoria) y Coahuila mantiene nueve (Arteaga, Candela, Francisco I. Madero, Lamadrid, Matamoros, Piedras Negras, Progreso, Sierra Mojada y Viesca).

UN LARGO CAMINO

En las diez ciudades o municipios más poblados del país, aquellos que en el Censo Nacional de Población y Vivienda 2010 son reportadas con más de un millón de habitantes, la alternancia comenzó hace más de tres décadas.

En 1983, Francisco Barrio Terrazas (PAN) ganó la alcaldía de Juárez, Chihuahua. Ese año, pero en la capital de Chihuahua, ganó el panista Luis H. Álvarez. El pasado 5 de julio, la ciudad fronteriza decidió experimentar con Héctor Armando Cabada, un candidato independiente, pero en la ciudad de Chihuahua eligieron a la panista María Eugenia Campos Galván.

En Tijuana, Baja California, el electorado optó en 1989 por Carlos Montejo Favela (PAN). El mes pasado, el PAN volvió a ganar la alcaldía con Juan Manuel Gastélum.

En aquel mismo año, León, Guanajuato, probó suerte con el panista Carlos Medina Plascencia.

Monterrey tuvo su primera alternancia en 1995 con Jesús Hinojosa Tijerina (PAN); la capital de Nuevo León volvió al redil priista en 2015, con Adrián de la Garza.

También en 1995 la alternancia llegó a Guadalajara, con el panista César L. Coll Carabias. A la capital de Jalisco la gobierna desde 2015 Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano.

Dos años después llegó la alternancia a la Ciudad de México, la más poblada del país, con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien compitió por el PRD, partido que desde entonces la ha gobernado. Desde 2012, el jefe de Gobierno es Miguel Ángel Mancera.

También en 1997 el municipio de Nezahualcóyotl dejó de ser priista, cuando la alcaldía la ganó el perredista Valentín González Bautista. El PRD continúa al frente del ayuntamiento, con Hugo de la Rosa desde 2015.

En 2000, Ecatepec, el municipio más poblado del país, conoció la alternancia con Agustín Hernández Pastrana (PAN). Desde 2015 gobierna el priista Indalecio Ríos Velázquez, quien ya había sido alcalde de 2011 a 2012.

Más recientemente, la alternancia llegó a Zapopan, en 2008, con Juan Sánchez Aldana (PAN). Ahora gobierna Pablo Lemus Navarro, de Movimiento Ciudadano. Más recientemente, en 2011, llegó la alternancia a la capital de Puebla, con el panista Eduardo Rivera Pérez. Hoy gobierna el panista Luis Banck Serrato.

Excelsior.

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