Un cachalote aparentemente fue a dar a un terraplén detrás de la Catedral de Notre Dame en París. O tal vez no. Un colectivo de artistas belgas instaló el viernes una escultura de tamaño real de una ballena en el río Siena, sorprendiendo y preocupando a turistas y parisinos.

Bart Van Peel, integrante del colectivo, dijo que la instalación busca crear consciencia sobre el medio ambiente y despertar «al niño que todos llevamos dentro y que sigue preguntándose qué es verdadero y qué es falso».

Más información en Excélsior.

http://www.excelsior.com.mx/global/2017/07/21/1177034

Compartir