Sí, la ropa se puede secar a temperaturas bajo cero debido a las propiedades químicas particulares del agua. A una presión atmosférica normal, el agua se hiela a unas temperaturas bajo cero y se vuelve gas a más de cien grados. Pero la ropa no tiene que estar a cien grados para que el agua se evapore de ella. ¿La explicación?
Al hablar de temperatura del agua, nos referimos a la energía cinética promedio de las moléculas de agua, energía que en parte se convierte en calor. Siempre hay moléculas que se mueven más deprisa; y algunas se transfieren al aire.

Con el 100% de humedad sería imposible el secado. Cuando la temperatura baja de cero grados, la toalla mojada se hiela en cuanto el agua que contiene se enfría e iguala esa temperatura. Pero el tejido se seca, ya que tiene moléculas que circulan más deprisa, escapan de la prenda y pasan de sólido a gaseoso sin pasar por líquido. El fenómeno se llama sublimación.

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