Existen diversos mitos en cuanto a las mascotas, sus embarazos y la esterilización. Cuántas veces hemos escuchado “si no cruzas a tu perrita le va a dar cáncer”, “si los esterilizas ya no van a jugar”, “si no le consigues un compañero para cruzarse se volverá agresiva”, entre otras expresiones pero, ¿qué tan ciertas son?

Para resolver estas dudas, UNAM Global entrevistó a Fausto Reyes Delgado, director médico del Hospital Veterinario UNAM Banfield, quien explicó que la mayoría de estos casos se tratan de “dimes y diretes”.

Uno de los mitos más difundidos es que las perras o gatas necesitan cruzarse para tener cachorros. De acuerdo con el médico veterinario, las mascotas no sienten la necesidad de tener descendencia. La necesidad de cruzarse más bien está dirigida por las hormonas.

Los animales no son como los humanos que tienen el sentimiento de querer formar una pareja y tener familia. Generalmente, esas emociones las volcamos hacia nuestros animales de compañía. No es necesario que tengan cachorros porque no lo necesitan.

De hecho, médicamente es mejor esterilizar a las mascotas. Al respecto, el experto detalló que una hembra canina esterilizada antes del primer celo tiene una probabilidad de presentar tumores de glándula mamaria del cinco por ciento.

Si pasa del primer celo, el porcentaje sube al 20 por ciento, en el tercer celo tiene un 75 por ciento y al cuarto llega al 93 por ciento. “Mientras más celos pasen, con o sin cachorros, la probabilidad de tener una glándula mamaria se incrementa, ya sean malignos o benignos”.

En cuanto a las gatas, el experto detalló que el 95 por ciento de los tumores de glándula mamaria podrían ser malignos y altamente invasivos, y generalmente a la ocasionan la muerte del ejemplar.

Otro de los mitos es que todas las mascotas deben cruzarse y de acuerdo con el experto esto no es correcto, porque en algunas ocasiones los especímenes tienen algunos defectos congénitos o no tienen las características que se buscan en una raza.

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