E MÉXICO.

Al principio, Steph* se le hizo frustrante que su novio usara el celular. Conversaba constantemente con sus compañeras de trabajo tardando horas en contestar sus mensajes, su autoestima se desplomó.

«Siempre ponía los sentimientos de sus amigos (y respondiéndoles) ante mis sentimientos y nuestra relación. Afectó mi salud mental porque no me sentía lo suficientemente bien», dijo la joven de 20 años.

«Estaba (él) acostado en la cama conmigo solo respondiendo a la gente y jugando juegos en lugar de hablar conmigo. Apestaba. Terminamos rompiendo porque la única vez que tuve su atención lejos de su teléfono fue cuando estaba muerto».

Los británicos revisan sus teléfonos cada 12 minutos en promedio y eso impacta en las relaciones, de acuerdo con el consejero de relaciones Relate de Peter Saddington, quien dice que escuchar historias como las de Steph, que cada vez son más frecuente en las sesiones.

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