Estudiantes y paseantes demandaron más filtros de seguridad en el interior de Ciudad Universitaria y coincidieron en que no sólo el narcomenudeo se ha apoderado de la máxima casa de estudios, sino también robos y secuestros.

La Central de Estudiantes Universitarios UNAM emitió un comunicado en el que expresa que los hechos del 23 de febrero “evidencian el fracaso de las medidas de seguridad y de procuración de justicia puestas en práctica en los alrededores de Ciudad Universitaria por el Gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Miguel Ángel Mancera”, citan.

Aseguran que las acciones impulsadas por el rector, Enrique Graue, tal como él mismo lo ha reconocido son insuficientes, por lo que “es urgente modificar la prevención y disuasión en los campus”.

Los paseantes que acuden todos los domingos exigieron que “el rector se ponga las pilas”, aunque aseguran que desde hace años, se comercializan drogas como en la zona del Frontón, punto donde el viernes se suscitó una balacera y de la cual resultaron dos muertos, entre ellos, El Barbas, líder de una banda.

En un recorrido por la zona, este diario constató que hay poca vigilancia en la UNAM, y la que había, se encontraba en las inmediaciones del estadio Olímpico México 68, debido al partido de fútbol Pumas contra Chivas.

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