Los fieles llegan desde todos los puntos, en camiones de carga, camionetas, autos, bicicletas, transporte público y a pie

Cientos de miles de personas arribaron a la Basílica de Guadalupe desde el pasado viernes para rendir culto a la guadalupana, y han convertido al atrio del santuario en un gran mosaico del México más profundo.

Cerca de cuatro millones de fieles habían llegado a la Basílica de Guadalupe en el transcurso de este domingo durante la conmemoración del 485 aniversario de las apariciones de la Virgen de Guadalupe.
La gente llegó desde todos los puntos de la ciudad y de los estados vecinos a bordo de camiones de carga, camionetas, auto, bicicleta, en transporte público y, sobre todo, a pie.

La llegada de 2.8 millones de fieles, suscitó 750 atenciones médicas además de 400 toneladas de basura.

El epicentro son la Basílica y su atrio, la enorme plaza que sirve lo mismo de campamento de descanso que para ejecutar bailes al compás de música de violines, tambores y metales.
En la explanada se come, se descansa, se duerme, se espera a que llegue la noche para cantar las mañanitas.
La gente se acomoda para probar bocado, una botana, para jugar baraja, curarse las ampollas, reparar bicicletas, continuar con amoríos surgidos dentro de los transportes, o para dormir profundamente luego de horas o de hasta cinco días de caminata desde las montañas del norte de Puebla, de las planicies costeras de Veracruz o del nudo que forman los estados de México, Guerrero y Michoacán.

VITALIDAD Y FERVOR INVADEN LA BASÍLICA

El despliegue de vitalidad y de fervor es abrumador incluso en cifras. Hasta el mediodía de este domingo se había registrado la llegada de 2.8 millones de personas, se habían dado 750 atenciones médicas por cansancio, baja en glucosa y presión alta, se habían recolectado 400 toneladas de basura y se habían distribuido medo millón de litros de agua.

Hacia las 21:00 horas, la cifra rondaba ya los cuarto millones de peregrinos que habían arribado desde el jueves pasado, sin embargo, el grueso de los ríos humanos caminaban rumbo al santuario mariano por las calzadas de Guadalupe, Misterios, Zaragoza, las avenidas Paseo de la Reforma, Talismán, Centenario, San Juan de Aragón, Circuito Interior, Robles Domínguez, Ferrocarril Hidalgo, Insurgentes, Montevideo.

Calculamos que este año estamos recibiendo alrededor de un 10 por ciento más que el año pasado y podríamos estar cerca x delos ocho millones de peregrinos, que sería una cifra récord”, explicó Víctor Hugo Lobo, delegado en Gustavo A. Madero al anochecer.

LA CONCENTRACIÓN DE FIELES MÁS GRANDE DEL HEMISFERIO OCCIDENTAL

Los filtros colocados a lo largo de Calzada de Guadalupe para dosificar el ingreso de peregrinos estuvieron varias veces a punto de ser reventados por la cantidad de gente que intentaba ingresar a la Basílica antes de medianoche para atestiguar las “Mañanitas” a la Virgen.

Se calcula que a lo largo del fin de semana y del lunes arriben entre siete y ocho millones de peregrinos al complejo mariano, en la concentración de fieles más grande del hemisferio occidental del planeta que termina siendo también un inmenso mercado informal sobre la Avenida San Juan de Aragón, rumbo a Martín carrera, y sobre la calle Montiel, rumbo al Metro 18 de Marzo.

Se calcula que a lo largo del fin de semana y el lunes arriben entre siete y ocho millones de peregrinos.

Los alrededores de la basílica fueron vigilados por cerca de cuatro mil elementos de la policía capitalina y alrededor de 2 mil funcionarios de la delegación Gustavo A. Madero, que eran los encargados de los cortes a la circulación personas para evitar aglomeraciones.

El fervor de los guadalupanos cimbra a la ciudad como ninguna otra fecha, es la aparición del México solidario que regala comida o bebidas a quienes peregrinas, de quienes adormecen su cuerpo con el activo para aminorar el cansancio del peregrinaje, de los que sólo conocen de la ciudad el camino de ida y vuelta que realizan cada año hacia la Basílica, el México que se asoma esta fecha para volver a su calma habitual en el eterno ciclo anual de la devoción a la guadalupana.

EXCELSIOR

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