Comunicación. La comunicación es la clave para entender la postura del otro y ofrecer alternativas para mejorar su estado de ánimo.

Las empresas que implementen estrategias de comunicación constante y en dos vías con sus trabajadores, sin duda tendrán un panorama claro del ánimo de los empleados, pero también de las áreas que son propensas a mejorar.

Campañas de información. En temporada de invierno es importante que la empresa hable abiertamente de la depresión estacional, qué es, cómo se manifiesta y cómo tratarla.

Esta información debe llegar a todos los empleados de una manera clara y amigable, puede ser a través de correos, mensajes directos o ilustraciones en redes sociales; es decir, explotando todos los canales de comunicación digitales para que el trabajo remoto no sea motivo de no estar informado.

Capacitación. El home office puede ser un dolor de cabeza si el empleado no tiene claras sus funciones y el manejo de las nuevas tecnologías, lo que puede derivar en excesivas cargas de estrés, ansiedad o depresión.

Es importante que las empresas fomenten la capacitación constante de la fuerza de trabajo, para que así las labores se realicen con pleno conocimiento y entendimiento. Además, los líderes deben procurar dar instrucciones claras y estar abiertos ante cualquier duda, esto genera un clima de confianza que mejora el entorno laboral haciéndolo más solidario y amigable.

Cursos de manejo de estrés, promoción de actividades físicas y bienestar financiero. De acuerdo con el estudio de Runa, 51% de las empresas han enfocado sus estrategias de bienestar laboral en estas áreas, ya que forman parte importante de la prevención de trastornos y dotan a los empleados de habilidades para afrontarlos.

El manejo de estrés será vital al cierre de un año tan complejo como el 2020, al igual que la promoción de actividades físicas que fomentan el bienestar físico del personal, y en el caso del bienestar financiero, sin duda también será un gran apoyo para que la mala administración de finanzas personales no sea un problema más para el equipo.

Check-ins. Según Runa, el 33% de las empresas en América Latina realizan check-ins regulares uno a uno con su equipo de trabajo. El propósito no es hablar de tareas

específicas, sino más bien de tener un mayor enfoque en la habilitación del trabajo como las metas alcanzadas, así como las acciones que funcionan y las que no.

Coaching. En el caso de coaching, 29% de las empresas de la región lo implementan, de acuerdo con Runa. Estas sesiones cuya duración va de 30 a 60 minutos, una o dos veces por semana, se aplica a un grupo de empleados en específico o para toda la fuerza laboral, dependiendo de las necesidades y metas de cada organización.

El coaching puede mejorar considerablemente las habilidades del trabajador, así como su capacidad de respuesta ante las crisis, lo que impacta en sus estados de ánimo y genera trabajadores más concentrados y productivos.

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