Son muchos los beneficios que produce el uso de la bicicleta, pero en ciudades en dónde los ciclistas comparten las vías con los automóviles se puede incrementar el riesgo de tener un accidente. Tomando en cuenta los riesgos que conlleva pedalear en grandes urbes –particularmente en aquellas donde la cultura vial es escasa, como la Ciudad de México–, la empresa sueca Hövding se dio a la tarea de desarrollar una bolsa de aire para ciclistas.

Se trata de un dispositivo diseñado con tela resistente al agua el cuál tiene una apariencia muy agradable y se coloca en el cuello, al detectar un movimiento brusco se acciona… y en fracciones de segundo una bolsa se infla y cubre gran parte de la cabeza para protegerla.

Este invento no es barato, cuesta aproximadamente 300 euros pero podría salvar muchas vidas.

Sin Embargo

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