La Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó a 605 el número de muertos y a 73 mil 700 los casos de cólera en Yemen, epidemia que empezó a extenderse a finales de abril pasado y ahora afecta a 19 de las 23 provincias de ese país, devastado por una guerra civil.

Según la OMS, la cifra de muertes confirmadas asciende a 570, pero horas más tarde la oficina yemení de esa agencia elevaba el balance de muertes a 605 desde el pasado 27 de abril.

“Hay miles de casos cada día. El problema es que el acceso al agua apta para el consumo es muy difícil y los servicios de limpieza pública no funcionan, así que la basura está en la calle por todos sitios”, explicó.

Además, escasean todo tipo de medicinas y otros suministros esenciales.

Unicef, por su parte, advirtió que la situación para los niños es extremadamente grave e incluso podría convertirse en una catástrofe.

“El cólera se propaga increíblemente rápido en Yemen. El número de casos sospechosos podría llegar a 130 mil en las próximas dos semanas”, dijo el director regional de la agencia, Geert Cappelaere.

Unicef pidió aumentar los aportes para enfrentar la crisis, pues se requieren con urgencia al menos 16 millones de dólares para evitar que el brote siga avanzando.

“Lo más importante es que las partes en conflicto den prioridad a los niños de Yemen y terminen la lucha por medio de un acuerdo político pacífico”, dijo Cappelaere.

La guerra civil, que enfrenta a los rebeldes hutíes con las tropas leales al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, ha causado ocho mil 53 muertos y dejado más de 45 mil heridos, en un contexto en el que menos de la mitad de las instalaciones médicas funcionan, los trabajadores sanitarios han tenido que desplazarse y no reciben regularmente sus salarios desde 2016.

Esta situación se ha visto agravada por los intensos bombardeos que ha lanzado Arabia Saudita, país aliado de Mansur Hadi.

Frente a esta situación, «la OMS está intentando aumentar su respuesta a esta epidemia, con 150 mil fluidos intravenosos, 30 nuevos centros para el tratamiento de la diarrea y 67 toneladas de material médico», dijo en Ginebra su portavoz, Tarik Jasarevic.

En Saná, la capital de Yemen, el sistema normal de distribución de agua está paralizado y toda el agua es transportada por camiones, una situación que obliga a la gente a extraer agua contaminada de los pozos.

Jasarevic advirtió que «esto es algo que puede matar potencialmente a muchas más personas y por eso hemos llegado a este punto, porque el cólera no es fácil de tratar».

Las operaciones de la OMS en Yemen se enfrentan, como en otros casos de emergencias humanitarias, a una escasez de fondos. De 321 millones de dólares, los donantes sólo han financiado el 13 por ciento.

A esa dificultad se suma el limitado acceso del personal de ayuda a ciertas zonas del país a causa del conflicto y de los daños a la infraestructura.

La OMS estima que la tasa de mortalidad de esta epidemia se sitúa en alrededor del 0.8 por ciento, con áreas específicas de Yemen, donde es mucha más elevada y puede llegar al 2.5 por ciento

 

Con información de Excelsior

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