Al comparecer por segunda ocasión ante el juez federal del distrito de Brooklyn, en donde Joaquín Guzmán Loera será juzgado por 17 cargos criminales, incluyendo la presunta conspiración para introducir 200 toneladas de cocaína, el ex jefe del cártel de Sinaloa se quejó de las condiciones de reclusión que enfrenta.
Ante el Juez federal Brian Cogan, “El Chapo” Guzmán, señaló “no poder siquiera tomar un vaso de agua, sin la vigilancia extrema de sus custodios”. En audiencia estuvo acompañado de sus dos defensores de oficio, Michael Schneider y Michelle Galernt, así como de su esposa Emma Coronel y de la abogada mexicana Silvia Delgado, se quejó de.
Guzmán Loera le pidió al juez de la posibilidad de tener acceso a más tiempo fuera de la celda, en donde se encuentra encerrado 23 horas al día, “con la posibilidad de salir solo una hora a realizar ejercicio en forma solitaria”, expuso su abogado defensor Michael Schneider, “lo que le afecta a su condición emocional”.
El ex jefe del cartel de Sinaloa se encuentra recluido en la cárcel federal del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan, en Nueva York, en donde se le mantiene segregado del resto de la población penitenciaria, y las condiciones de internamiento no han variado en relación a las que mantenía dentro de la Cárcel Federal de Chihuahua, donde estuvo recluido más de 8 meses.
En su comparecencia ante el juez que lleva su proceso penal en Estados Unidos, “El Chapo” Guzmán solicitó su anuencia “para tener la posibilidad de hacer llamadas telefónicas y contar con la visita de su esposa e hijas, pues a la fecha sólo se le permite entrevistarse con sus abogados”, dijo una fuente cercana a la defensa.
El que es considerado en Estados Unidos como el narcotraficante más poderos de México, que estuvo escuchando el desarrollo de esta segunda comparecencia mediante la ayuda de un traductor, no manifestó ninguna queja entorno a los alimentos, medicinas o trato de los custodios, pero si insistió en contar con actividades recreativas al aire libre.
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