Un brusco rebrote del covid-19 en Pekín ha frenado en seco el retorno a la actividad económica en la capital china y ha afectado duramente a bares, restaurantes y actividades deportivas.
Tras descubrirse la semana pasada un foco de infección en un mercado mayorista, la municipalidad confinó varias zonas residenciales, instó a las empresas a autorizar el teletrabajo y pidió a los habitantes que no abandonen la ciudad.
El ‘reconfinamiento’ provocó este miércoles el cierre de escuelas, y los dos aeropuertos internacionales anularon más de mil vuelos -un 65% del total diario-, según la aplicación Variflight.
Apenas recuperados de largas semanas de cierre tras la explosión de la epidemia a principios de 2020, bares, restaurantes y comercios deben volver a cerrar e imponer restricciones a lo clientes: toma de temperatura, limitación de personas por cada mesa, etc.
La sala de deportes Break Fitness, en el barrio de Fengtai de Pekín, cerró sus puertas el viernes para someter a tests a su personal.
La situación golpea duramente a los entrenadores pagados por hora, como Zhang Tong, que trabaja en el gimnasio Sculpture Fitness. Dice que no ha ganado prácticamente nada en seis meses