El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, mostró una desafiante defensa de su liderazgo internacional este miércoles, reprochando a quienes lo acusan de débil pero advirtiendo que no todas las amenazas globales requieren una respuesta militar estadounidense.

En un discurso a los cadetes de la academia militar de West Point, Obama rechazó que el poder estadounidense haya menguado bajo su mandato, durante el cual se produjo el retiro de tropas de Irak y ahora de Afganistán, indicó AFP.

Obama advirtió además que Estados Unidos está dispuesto a defender la libre circulación marítima en el sur del Mar de China.

«Decir que tenemos un interés en buscar la paz y la libertad más allá de nuestras fronteras no es decir que cada problema tiene una solución militar», dijo Obama.

«Espina dorsal»

«Después de la Segunda Guerra Mundial, algunos de nuestros errores más costosos no surgieron de nuestra prudencia sino de nuestra voluntad de precipitarnos a aventuras militares sin pensar en todas las consecuencias», señaló.

La política exterior de Obama, que fue considerada uno de sus puntos fuertes, es ahora criticada por quienes creen que luce débil frente a los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de China, Xi Jinping.

Sus detractores le reclaman que debió haber enviado tropas estadounidenses a Siria, responder con mayor contundencia a la anexión rusa de parte de Ucrania, o le critican que dejó a Irak y Afganistán a defenderse por su cuenta.

«Estados Unidos debe mostrar el camino en la escena internacional. Si no lo hacemos, nadie lo hará. El ejército es y siempre será la espina dorsal de ese liderazgo», indicó el mandatario a los cadetes.

Pero «una intervención militar estadounidenses no puede ser el único o el primer componente de nuestro liderazgo en cualquier circunstancia», advirtió.

Obama llamó la atención a los elevados costos, tanto financieros como humanos asociados a la aventuras militares, subrayando que no es inmune a las muertes de soldados durante su gobierno.

Ante los cadetes, el presidente dijo que los estaría traicionando «si los envío al peligro simplemente porque vi un problema en alguna parte del mundo o porque esté preocupado por los críticos que piensan que la intervención militar es la única manera para evitar que Estados Unidos parezca débil».

Ayuda a rebeldes en Siria

Obama, que ha sido presionado para incrementar la ayuda a los rebeldes sirios que luchan a la vez contra el gobierno de Bashar al Asad y los extremistas islámicos, resaltó la complejidad del conflicto.

«Tan frustrante como sea, no hay respuestas fáciles, no hay una solución militar que pueda eliminar el terrible sufrimiento en el corto plazo», se lamentó el mandatario.

«Como presidente, tomé la decisión de no enviar tropas estadounidenses a esta guerra civil, y creo que esa es la decisión correcta», añadió.

«Pero eso no significa que no debemos ayudar al pueblo sirio a defenderse de un dictador que bombardea y hambrea a su pueblo», dijo Obama, subrayando que con el apoyo a la oposición armada, Estados Unidos «contrarresta el creciente número de extremistas que hallan refugio en el caos» de Siria.

Obama dijo que trabajará con el Congreso para aumentar el apoyo a la oposición siria, aunque no dio detalles, mientras existen reportes de que el ejército norteamericano empezará a entrenar abiertamente a los rebeldes.

Washington se ha resistido, sin embargo, a enviar armamento como misiles antiaéreos a los rebeldes, por miedo a que caigan en manos de los extremistas.

Al mismo tiempo, dijo, seguirá buscando junto con sus aliados en Europa y el mundo árabe una solución política que ponga fin a la crisis.

Fondo antiterrorista

Obama también afirmó que el terrorismo sigue siendo la mayor amenaza a la seguridad de Estados Unidos, al anunciar un nuevo fondo de 5.000 millones de dólares para equipar y entrenar a aliados en la lucha antiterrorista, por ejemplo en África.

Igualmente defendió su decisión de mantener cerca de 10.000 soldados en Afganistán un año más luego que las tropas de combate abandonen ese país este año, y de reducir gradualmente la presencial militar a un destacamento en la embajada estadounidense en Kabul para el fin de 2016, justo antes de dejar la presidencia.

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