Kenneka Jenkins, de 19 años, fue vista por última vez con vida la madrugada del sábado 9 de septiembre en una fiesta en el hotel Crowne Plaza Chicago O’Hare.

La historia de este caso empezó dos días antes, según información obtenida por The Washington Post, cuando dos personas reservaron un espacio para una fiesta y usaron una identificación robada y una tarjeta fraudulenta, hechos que están siendo investigados junto a la muerte de la joven.

Jenkins dijo a su familia que iba a celebrar un nuevo trabajo en un asilo para ancianos y supuestamente no mencionó la fiesta en el hotel.

El día de la fiesta, la joven camino junto a otras tres mujeres por los pasillos del hotel rumbo a una fiesta en uno de los pisos.

Conforme a la policía, Jenkins estaba junto a otras 30 personas en dicha reunión, aproximadamente la mitad de las cuales ya fueron identificadas y entrevistadas, mientras que el resto está siendo buscado.

Los amigos de la joven han dicho que la dejaron sola en el pasillo para que recogiera las llaves de su coche y su teléfono de otra habitación y nunca la volvieron a ver.

Efectivamente, las grabaciones muestran a Jenkins en los pasillos del hotel Crowne Plaza esa noche.

Se ve a la mujer buscando el acceso al vestíbulo cuando, al parecer, se pierde y va a dar a un área cercana a la cocina, en la parte baja del hotel.

Según las personas que han visto el último video de la joven, ella estaba revisando varias puertas cuando abrió la de un congelador que no era utilizado y se metió.

Más información en Excélsior.

http://www.excelsior.com.mx/global/2017/09/18/1189199

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