Melania, cuyo verdadero nombre es Melanija Knvas, nació en Eslovenia el 26 de abril de 1970, en el núcleo de una familia acomodada de dicho país.

Si bien no existen registros extensos de su infancia, Melania comenzó a trabajar y modelar a los cinco años haciendo catálogos en su país, pero fue a los 16 años, cuando comenzó a hacerlo de manera profesional, dejando así, sus estudios de arquitectura.

A esta altura, Melania ya hablaba cinco idiomas: esloveno, serbocroata, italiano, francés,alemán e inglés.

Su 1.80 centímetros de altura, complexión delgada y esos pequeños, pero profundos ojos azules, le ayudaron a colocarse en el modelaje no solo a nivel local, también mundial.

Y fue así como en 1998, Knvas llegó a Nueva York a participar en un Fashion Week de ese año.

Durante esa semana, la eslovena acudió a una fiesta y ahí fue donde surgió el interés de Donald Trump por la joven, pero, muy importante, el magnate no estaba solo en la reunión, llevaba una cita a quien le pidió ir al baño para que él pudiera coquetear con Melania.

Pero su plan no le resultó porque la modeló se hizo la difícil al no darle su teléfono.

Finalmente, Donald sacó todas sus cartas y la modelo aceptó salir con él después de tres meses de coqueteo.

La tercera es la vencida

Después de dos matrimonios fallidos, Trump supo que Melania era la mujer con la que quería pasar el resto de sus días y aquella que comprendería que sus negocios ocupan una gran parte de su día.

Con un anillo esmeralda corte Graff, valuado en más de 1.5 millones de dólares, Trump le propuso matrimonio a la joven 26 años menor que él.

La boda se realizó en la propiedad del magnate ubicada en Palm Beach, Florida en 2005, ante 350 invitados -entre ellos los Clinton-, donde la novia portó un vestido Dior de 100 mil dólares, el cual contenía mil 500 diamantes y un velo de 4.8 metros de largo. De acuerdo con la revista GQ, para la realización de este traje se necesitaron 550 horas de arduo trabajo.

Podrán imaginar lo difícil que era para ella caminar con ese diseño original, por ello y como el dinero no es el problema, la modelo usó un segundo vestido para la fiesta. Este fue confeccionado por una de las diseñadoras favoritas del medio, Vera Wang.

Y un año después… llegó el hijo

El 20 de marzo de 2006, Melania tuvo a su primer hijo a quien nombró, con la aprobación de su esposo, Barron Trump.

A sus 10 años, el pequeño ha tenido acceso a todos los lujos del mundo. Según expresó la mamá, su vástago es fanático de jugar golf -evidentemente, su padre es dueño de unos cuantos alrededor del mundo-, le encanta vestirse bien y tiene la personalidad del magnate. No por nada la exmodelo lo llama «mini Donald».

En una entrevista que otorgó la futura primera dama a la revista Parenting, Barron tiene un piso completo en su casa ubicada en Trump Tower en Nueva York, el cual cambiará por unas cuantas salas en la Casa Blanca.

Si bien el pequeño ha estado toda la vida ante los reflectores, en 2014 debutó en la televisión estadunidense, cuando apareció en un episodio del reality show de su padre, The Apprentice.

En enero de 2017, la familia Trump, conformada por estos tres, empacarán sus cosas de Manhattan para trasladarlas a la Casa Blanca, donde vivirán -al menos-, cuatro años de sus vidas.

Como es bien sabido, la propiedad se adapta a los estilos de cada presidente, así que no dudamos que el magnate de 70 años querrá imprimirle su sello con mármol, oro y figuras de colección.

Cabe señalar, que Melania nunca estuvo convencida de querer a su esposo en la política, pero ahora que ya ganó la presidencial, la misión de la futura primera dama será combatir el ciberbullying y seguir apoyando «a las diversas» fundaciones de las que forma parte.

Excelsior.

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