Fidel Castro Ruz dejó México un 25 de noviembre. Era el año de 1956 y viajaba en el Granma a hacer historia en Cuba. Es 25 de noviembre del 2016 y comienza la historia tras su muerte.

México fue para Fidel Castro el punto más relevante, fuera de Cuba, de su revolución.

Aquí Fidel Castro Ruz conoció lo que sólo había leído y visto en libros antes de 1955, la selva maya en Yucatán, las aguas azules de Campeche, la gran capital del país y su inseparable Estado de México.

El libro autobiográfico “Fidel Castro Ruz, guerrillero del tiempo”, detalla los pasos del líder cubano en este país: “Era la primera vez que visitaba México, lo conocía por los libros, por la historia, por la revolución y sentía simpatía. Claro, no conocía a nadie allí, de modo que me encaminé a un mundo nuevo desde un punto de vista humano”.

Mérida y Cozumel

Fidel llegó a México en julio de 1955 en un avión que aterrizó en Mérida, la capital de Yucatán, que por cercanía geográfica ya albergaba a una gran comunidad cubana.

La “Pequeña Habana” en el Sureste fue el sitio de entrada para la aventura de Fidel, Raúl Castro y Ernesto “Che Guevara”, antes de partir al Cuartel Moncada.

De acuerdo al estudio histórico realizado por Hernán Lara Zavala titulado “Cuba-Yucatán“, antes del estallido de la Revolución Cubana, en el mismo 1955, el Che, su esposa Hilda Gadea y Fidel Castro recorrieron las ruinas mayas a su paso por la entidad.

Cozumel estaba en la mira estratégica del líder cubano, para zarpar de ahí rumbo a dar el golpe a Batista; sin embargo no convenía la lejanía entre esta isla de Quintana Roo y la capital mexicana, así como el difícil traslado carretero. Por tanto, fue descartada.

Tras la decisión Castro Ruz partió de Yucatán a Campeche y de ahí a seguir con su lucha.

Campeche habría sido sólo parte de la ruta, pues el objetivo en ese momento era el entonces Distrito Federal.

Capitalino

En la capital Fidel disfrutó comiendo tacos de la calle y las corridas de toros, así lo cuenta en su autobiografía. Aquí, su hermano Raúl quiso aprender a torear, era otra anécdota que el Comandante en Jefe contó.

Fidel y su camarilla se movían por el Centro de la ciudad. Fueron albergados en la Calle Emparán número 49 de la colonia Tabacalera.

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