El hijo de la primera de las 130 personas que murieron en ataques coordinados en París hace un año dijo el domingo que su padre, nacido en Portugal, era un símbolo de la integración necesaria para sanar la estigmatización que lleva a algunos jóvenes a la violencia.

El Presidente de Francia, François Hollande, desveló una placa dedicada a la memoria de Manuel Dias en un muro junto a una de las entradas del estadio nacional de Francia, donde murió Dias el 13 de noviembre de 2015 a manos de extremistas islámicos.

El Presidente tenía previsto descubrir placas similares en los bares y restaurantes de París y la sala de conciertos Bataclan, que reabrió el sábado por la noche con un concierto del artista británico Sting.

Hollande no hizo declaraciones en la ceremonia ante el “Stade de France”, donde el hijo de Dias, Michael, se dirigió a un grupo de funcionarios diciendo que padre era “la prueba viviente de que la integración es posible, necesaria” para poner fin a la locura de violencia cometida por personas que se sentían excluidas.

Aprender a vivir de nuevo después de que los extremistas mataran a su padre, señaló, fue “un desafío personal, pero nos concierne a todos”. También rindió homenaje a las lecciones vitales de su padre, que llegó a Francia a los 18 años, e insistió en la necesidad de tener una educación.

“Es a través del conocimiento, de la inteligencia, como los niños del mañana pueden dejar de humillarse como carne de cañón al servicio de intereses criminales, mafiosos… como ocurre hoy. (Son) incapaces de reflexión, pensando en el mundo y expresando la incomodidad y la exclusión social que sienten”, afirmó Dias.

El 13 de noviembre de 2015, tres equipos de agresores atacaron ante el “Stade de France”, cinco bares y restaurantes del este de París y la sala de conciertos Bataclan. El grupo radical Estado Islámico reclamó la autoría de los atentados.

Sin Embargo

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