Hay dos maneras de contestar esta pregunta, dependiendo de si hablamos del desempeño de la actividad productiva o si hablamos de la ciencia que analiza ese contexto.

En el caso de la primera, todo parece indicar que la economía (la de México, pero también la del mundo) se encuentra en una fase de desaceleración que, inevitablemente, terminará en una recesión; así es el ciclo económico inherente al sistema capitalista. La pregunta del millón es: ¿qué detonará la recesión? ¿Será una afectación a la confianza de consumidores y empresarios mediante conflictos geopolíticos o políticas públicas erróneas? ¿O será vía la afectación del comercio internacional ante la creciente ola de proteccionismo en el mundo? ¿O quizá mediante un freno al consumo por la situación crediticia? ¿A lo mejor por una nueva falla en el sistema financiero? Puede ser cualquiera de estas cosas o algo que no tenemos siquiera en el radar.

Lo cierto es que, hoy por hoy, aunque la sombra de una recesión crece, no se ve que vaya a ocurrir al menos en el próximo año.

En el caso de México los datos que se tienen para el cierre del 2018 y el inicio del 2019 apuntan a una desaceleración considerable. La actividad industrial cayó en los tres últimos meses del año y subió apenas un 0.6% en enero; el consumo privado creció tan sólo 0.6% anual en diciembre; la inversión fija bruta acumula cinco meses con tasas anual negativas; y las exportaciones han perdido dinamismo. Y si bien la inflación ha regresado al rango de variabilidad del objetivo del Banco de México, también puede ser un signo de enfriamiento de la economía.

Algunos de estos indicadores son resultado del contexto internacional, pero no se puede negar que la mayoría se han visto afectados en cierto grado por factores internos. Como se ha repetido constantemente en la opinión pública, el cambio de gobierno ocasiona invariablemente un primer año difícil por un menor impacto del gasto público sobre la economía debido a la curva de aprendizaje en su ejecución por parte de la nueva administración. En el caso del gobierno actual esto se podría ver agravado por dos situaciones: la primera, la fuerte reorientación del gasto público hacia programas de transferencias encaminadas a mejorar el bienestar de la población de menores recursos y en diversas condiciones de vulnerabilidad; y la segunda, las dudas que generan algunas de las políticas públicas encaminadas a cambiar el modelo económico que ha regido en México y el mundo desde la década de los 80.

Y esto es algo que no pasa sólo en México. Independientemente de dónde nos ubiquemos en el espectro político-económico es innegable que la reciente ola de victorias electorales de quienes desafían el statu quo, desde Estados Unidos hasta Brasil, se ha dado porque los políticos han encontrado una narrativa convincente: el modelo económico de apertura comercial, libre mercado y menor regulación gubernamental que prometía beneficios para todos falló, se olvidó de los trabajadores y de la clase media, concentró la riqueza en manos de pocos.

Y aquí es donde se debe hablar de la segunda respuesta a la pregunta inicial. El contexto económico, político y social también ha obligado a la ciencia económica a replantearse los postulados sobre los que se había basado durante las últimas décadas. La teoría económica clásica pregonaba que el libre mercado con poca intervención gubernamental era la mejor manera de organización económica y la que maximizaba el beneficio social. De ahí la ola de desregulación y privatizaciones que se dieron en los últimos 40 años.

Pero la evidencia indica que esto no pasó. Si bien el crecimiento económico ha sido próspero y se han reducido las cifras de pobreza, desnutrición y mortalidad infantil, la desigualdad se ha incrementado. La riqueza generada en su gran mayoría ha ido a parar a las manos de unos cuantos. (El libro “Desigualdad mundial” de Branko Milanovic es lectura obligada sobre el tema)

La Economía (y quienes la hacemos) se ha tenido que replantear sus supuestos, se ha tenido que alejar un poco de los modelos teóricos “perfectos” para ver la evidencia empírica, y ha tenido que encontrar nuevas formas de construirse como ciencia. No es casualidad el aumento en el interés por la investigación en torno a ensayos controlados aleatorizados, experimentos de laboratorio y economía del comportamiento (este artículo de Bloomberg es un muy buen resumen sobre el tema).

Este cambio en la manera de hacer economía invariablemente tendrá que impactar en la manera en que se desarrollan políticas públicas. Y tendrá que hacerlo pronto si quiere resolver no sólo problemas económicos como la desigualdad, sino también ambientales y sociales.

Adonde sea que vaya la economía y la Economía, en un entorno global donde la post-verdad es la que manda y donde el clickbait es casi la norma, el periodismo económico en el mundo, y particularmente en México, enfrenta grandes retos. Necesita de gente no sólo preparada para comunicar, sino también preparada para entender y explicar un tema tan técnico como el económico; gente que no sólo reporte lo que dicen gobernantes, académicos o expertos, sino que sepan generar y difundir información económica que desafíe el pensamiento que ha imperado en los últimos años con el fin de contextualizarla para, como sociedad, tomar mejores decisiones y mejorar nuestra calidad de vida.

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Después de casi 7 años, 1,951 publicaciones como uno de los Editores fundadores de Dinero en Imagen y 29 entradas en este blog, me despido de este pedazo de internet que ayudé a levantar en el lejano 2012.

No tengo más que gratitud con quienes me dieron la oportunidad de llegar a aportar a este proyecto y mantuvieron las puertas abiertas cuando decidí salir para seguir con mi formación académica: Heberto Taracena y Pablo Escobedo. Y también con quienes fueron mis compañeros, ayudaron a construir nota a nota este sitio y me enseñaron sobre el mundo periodístico: Denise Ramírez, Laura Vela, Javier Báez, Katyana Gómez, José Manuel Herrera, Rodrigo Pacheco, Carmen Luna, Darinka Rodríguez, Roberto Arteaga y Blanca Betán.

CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR

https://www.dineroenimagen.com/blogs/econ-101/donde-va-la-economia/108319?categoria=%22dinero%22

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