El peso mexicano se encuentra en una posición “vulnerable”, afectado por un mayor deterioro de la balanza comercial, la desaceleración de la economía y la incertidumbre por el TLCAN.

Por esos factores se observa difícil que la paridad baje de la barrera de los 18 pesos por dólar en lo que resta del año, según analistas.

Economistas de Grupo Financiero Multiva explicaron que diversos indicadores vienen confirmando que la economía mexicana se encuentra en “franco enfriamiento”, mientras que las cuentas externas confirman que el peso necesita más depreciación. Esto debido a ello estiman que “el tipo de cambio arriba de los 18 será una constante hacia el cierre de año”.

Es claro que Banxico no recortará la tasa de interés ante la vulnerabilidad del tipo de cambio y se mantendrá en pausa hasta que se resuelvan los factores de volatilidad, como la renegociación del TLCAN y posteriormente las elecciones presidenciales en nuestro país”, enfatizaron los especialistas.

DESACELERACIÓN

Resaltaron que el reporte de la caída del PIB de julio en México, medido por el Índice Global de la Actividad Económica (IGAE), “nos alerta de un enfriamiento fuerte de la economía mexicana”.

Refirieron que la desaceleración es generalizada, ya que tanto la industria como los servicios muestran fuertes retrocesos, y las exportaciones de vehículos reflejan que continuaría el débil desempeño.

El dato no debe sorprendernos debido a que hemos estado viendo muchos adelantos: caída de las ventas minoristas, desaceleración de las exportaciones de autos, desplome de las ventas automotrices al mercado interno y enfriamiento del crédito, sobre todo al consumo”, subrayaron.

La complicación es que no hay herramientas públicas, política monetaria y fiscal, contra el ciclo. El Gobierno mexicano no tiene dinero suficiente ni para apoyar la reconstrucción por los daños de los terremotos y no puede bajar las tasas porque la Fed condiciona al Banco de México. Si baja la tasa, el precio del dólar se le dispara más.

Este escenario lo está y lo estará descontando una Bolsa mexicana frágil, que seguramente seguirá ajustándose”, advirtieron en su reporte Multisemanal.

Para argumentar las presiones sobre el peso, explicaron que la balanza comercial registró un aumento del déficit en agosto, confirmando la necesidad de manejar un tipo de cambio más alto –un peso depreciado– para que se pueda estabilizar el equilibrio de las cuentas externas.

Más información en Excélsior.

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