La crisis financiera y el desplome económico de 2007-2009 fueron perturbadores para las empresas de todas las industrias, mercados y latitudes. Un desplome económico de esta magnitud afecta fundamentalmente todos los aspectos del entorno empresarial de las compañías, desestabiliza su relación con los clientes, los empleados, los proveedores y las comunidades locales, y genera un cambio importante en el contexto de la competencia.

De hecho, uno de los principales retos que plantea un desplome económico para la administración estratégica es que este agrava las limitaciones de los recursos. Como resultado, tal vez las empresas tengan que hacer menos inversiones y liquidar al menos algunas de las inversiones anteriores para asegurar su supervivencia en el corto plazo.

Sin embargo, hacerlo es un acto de malabarismo, ya que liquidar demasiados recursos —o los equivocados— podría poner en riesgo la capacidad de la empresa para prosperar a largo plazo.

Sabemos poco acerca de la forma exacta en que las empresas ajustan su base de recursos mientras atraviesan por el entorno cambiante y las nuevas realidades económicas.

A fin de entender este fenómeno y sus implicaciones para las empresas, nos planteamos investigar el modo en que las empresas ajustaron sus inversiones estratégicas, es decir, su fuerza laboral, sus gastos de capital, su investigación y desarrollo y sus inversiones en responsabilidad social corporativa.

De manera más específica, hicimos estas preguntas: ¿cómo ajustaron las empresas su base de recursos durante la Gran Recesión de 2007-2009? ¿Intentaron ahorrar o invertir para librar la crisis?

Con el empleo de información de empresas estadounidenses que cotizan en bolsa, descubrimos que, en general, estas compañías redujeron de manera importante su fuerza laboral y sus gastos de capital durante la Gran Recesión. Sin embargo —sorprendentemente— conservaron el mismo nivel de investigación y desarrollo y de responsabilidad social corporativa.

Estos hallazgos indican que, en promedio, las empresas respondieron a la crisis siguiendo un planteamiento doble de “ahorrar para librar la crisis”, mediante la reducción de su fuerza laboral y sus gastos de capital, y de “invertir para librar la crisis”, manteniendo sus inversiones en investigación y desarrollo y en responsabilidad social corporativa.

Por lo tanto, nuestros resultados implican que la capacidad de innovación y las relaciones con las partes interesadas se consideraron decisivas para mantener la competitividad de la empresa durante la Gran Recesión.

Finalmente, analizamos si las empresas que siguieron invirtiendo en investigación y desarrollo y en responsabilidad social corporativa tienen un mejor desempeño en los años posteriores al desplome económico. Descubrimos que así es.

*Autor: Ioannis Ioannou es profesor adjunto en la Escuela de Negocios de Londres. Caroline Flammer es profesora adjunta en la Escuela de Negocios Questrom de la Universidad de Boston.

CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR

https://www.dineroenimagen.com/management/ahorrar-o-invertir-como-deben-las-empresas-enfrentar-las-crisis-economicas/110828?categoria=%22dinero%22

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