Pandemia no detuvo las inversiones

La pandemia no ha sido una piedra en el zapato para las fintech, pues existe más capital disponible para éstas, ya que 60% de las empresas de tecnología financiera mexicanas han recibido ya algún tipo de fondeo, según cifras de Finnovista, porcentaje validado por fondos de venture capital (VC) nacionales.

A esto se suma que luego “tras dos años de publicada la Ley Fintech, México cuenta con un ecosistema propicio para los emprendimientos tecnológicos y financieros, que lo ubican como uno de los países de América Latina con mayor inversión para las fintech”, agrega Medrano.

Es así como, por ejemplo, el año pasado, con la pandemia en ciernes, la fintech mexicana Creze levantó una ronda de inversión de 265 millones de pesos para la modernización de la banca destinada a Pymes.

Otras muestras del contexto de desarrollo en México para el sector son: Stori, la empresa de servicios financieros digitales, que en fechas recientes recaudó fondos en una Serie B por 32.5 millones de dólares liderados por Lightspeed Venture Partners, con sede en Silicon Valley, con la participación de inversores existentes Vision Plus Capital, BAI Capital y Source Code Capital.

Asimismo, el banco digital Albo recaudó en diciembre pasado 45 millones de dólares en una operación capitalizada por los grupos inversores Valar Ventures, Greyhound Capital, Mountain Nazca y Flourish Ventures.

También Goldman Sachs proporcionará 160 millones de dólares de apoyo para la tecnológica financiera Konfío, lo que le permitirá aumentar el número de préstamos que otorga a pequeñas y medianas empresas.

De igual forma, la mexicana de pagos móviles Cuenca, espera cerrar una ronda de financiamiento de 50 millones de dólares que le permitirá acelerar los planes de expansión en el segundo trimestre del 2021.

Pendientes para las fintech

Si bien este año implicará desafíos para el sector, también se prevé una consolidación, toda vez que se han incluido servicios y se han impulsado sinergias entre la banca y las fintech. Datos de Finnovista y el BID revelan que 29% de las empresas fintech busca atender necesidades de corporativos y bancos, siendo el segundo segmento de clientes en cuanto a relevancia para las empresas tecnológicas.

A estas expectativas colaborativas, se suman las resoluciones suspendidas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), ya que desde hace un año no se ha resuelto la situación jurídica de diversas compañías de tecnología financiera que solicitaron autorización para operar.

Además, se debe atender aspectos técnicos como la ciberseguridad ante el robustecimiento de las amenazas por robos de información, hackeos o fraudes, los cuales también incrementaron con la pandemia.

“México cuenta con un sector fintech que se consolidará gracias al impacto positivo que generan sus empresas en la inclusión financiera en segmentos como préstamos, pagos y remesas y gestión de finanzas empresariales, pero sobre todo porque las fintech fomentan nuevos modelos de negocio con tecnología y soluciones innovadoras para consumidores cada vez más digitales”, indica Sebastián Medrano.

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