Aparte de generar diversión e impulsar la coordinación y el tiempo de reacción, jugar a videojuegos en 3D puede mejorar la formación de recuerdos, según el último estudio desarrollado por neurobiólogos de la Universidad de California en Irvine (EE.UU.) y que recoge la revista The Journal of Neuroscience.

 

Aparte de generar diversión e impulsar la coordinación y el tiempo de reacción, jugar a videojuegos en 3D puede mejorar la formación de recuerdos, según el último estudio desarrollado por neurobiólogos de la Universidad de California en Irvine (EE.UU.) y que recoge la revista The Journal of Neuroscience.

 

El trabajo demuestra el increíble potencial de los enfoques virtuales en relación a las personas que pierden la memoria a medida que envejecen o sufren demencia. Así, los científicos contaron con la participación de universitarios no jugones a los que dividieron en dos grupos: el primer grupo tenía que jugar a un juego en 2D sencillo (“Angry Birds”); el segundo grupo a un juego en entorno 3D (“Super Mario 3D World”). Los expertos pidieron a los participantes que jugaran al menos 30 minutos al día durante dos semanas.

 

Antes de empezar el experimento, los investigadores realizaron diversas pruebas de memoria haciendo hincapié en el hipocampo, la región cerebral asociada a la aprendizaje complejo y la memoria y que con la edad disminuye su efectividad (de ahí que a las personas mayores les resulte difícil recordar dónde han puesto las llaves o recordar nuevos nombres).


Las pruebas de memoria se realizaron de nuevo tras las dos semanas que duró el experimento con los videojuegos.
Los resultados revelaron que aquellos voluntarios que jugaron videojuegos en 3D mejoraron sus puntuaciones en las pruebas de memoria, mientras que los que jugaron en 2D no lo hicieron. Según el análisis de los expertos, el rendimiento de la memoria se incrementó en un 12%.

 

Es muy posible que al evitar explícitamente un enfoque limitado a un solo dominio cognitivo y en paralelo o más de cerca a la experiencia natural, los videojuegos inmersivos pueden ser más adecuados para proporcionar experiencias enriquecedoras que se traducen en ganancias funcionales”, explica Craig Stark, líder del estudio.

 

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