La obesidad infantil es un problema alarmante en México. De acuerdo con cifras del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), uno de cada 20 niños y niñas menores de 5 años padece de sobrepeso u obesidad; asimismo, una de cada tres personas entre 6 y 19 años tienen este padecimiento. Este trastorno mina la calidad y esperanza de vida de los menores y durante la pandemia la situación se agravó.

El sobrepeso y la obesidad detonan el incremento de niveles de colesterol y triglicéridos, además de fomentar el desarrollo de enfermedades como diabetes, hipertensión, problemas cardíacos, hepáticos y renales. La obesidad se asocia hasta con 13 tipos distintos de cáncer. En el contexto del Día del Niño es importante reflexionar sobre este mal que aqueja a los más pequeños de la casa.

De acuerdo con lo acordado en la Convención sobre los Derechos del Niño, este grupo poblacional tiene derecho a tener protección especial para que puedan crecer física, mental y socialmente sanos y libres. Además, se debe garantizar su derecho a una alimentación, vivienda y atención médica adecuadas.

“La prevención, revisiones constantes y el acceso a atención médica son vitales para reducir estos índices en niñas y niños. La obesidad y el sobrepeso son enfermedades multifactoriales. Si bien muchas veces estos padecimientos están directamente relacionados con malos hábitos de alimentación y poca actividad física, existen otros aspectos, como el mal funcionamiento de algún órgano o aspectos genéticos, que pueden provocar esta condición”, señala el Dr. Roberto Santos, Consumer and Home Products/Medical Affairs de Kabla, empresa líder en la distribución de productos para diagnóstico rápido en México.

Prevención, detección y atención: los ejes para combatir la obesidad infantil

El sedentarismo, la falta de ejercicio y una dieta inadecuada son las tres principales razones detrás de la obesidad y el sobrepeso infantil. Para combatir esta pandemia es necesario actuar en diferentes frentes. En primera instancia, es ineludible la impartición

de educación nutricional a niños y niñas. Los padres y madres de familia deben evitar la inclusión de alimentos chatarra en las dietas.

Además de esta determinación, se tiene que incentivar la actividad física en los menores con programas y estructuras sencillas de realizar. La realización de ejercicio de manera constante permite el fortalecimiento del sistema inmunológico, músculos y huesos. Los niños y las niñas que practican algún deporte tienen menos probabilidades de tener sobrepeso y, en consecuencia, desarrollar otras enfermedades.

Ante la aparición de signos y síntomas, es importante se tomen en cuenta los siguientes puntos:

● Acudir con un especialista para que se determine su índice de masa corporal

● Identificar antecedentes familiares y problemas de salud relacionados con sobrepeso y obesidad

● Realizar una prueba de sangre para identificar niveles de colesterol, triglicéridos, entre otros indicadores, como hormonas

● Aplicación de examen o prueba de glucosa

● Realización de análisis de orina para detectar enfermedades renales o problemas asociados a otras enfermedades como la diabetes.

“Hoy más que nunca la prevención y el monitoreo son claves para reducir los alarmantes índices de sobrepeso y obesidad en el país así como sus consecuencias. Actualmente, existen diversos dispositivos de última generación que ayudan con el monitoreo y detección de estas enfermedades. Un diagnóstico oportuno lleva a un tratamiento oportuno”, agrega el Dr. Santos.

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