Las adolescentes han aumentado su consumo
casi el doble en menos de diez años
Cambian las causas de muerte en mujeres: infartos y embolias

Cada cigarro consumido por una mujer representa el doble de riesgo para desarrollar cáncer de pulmón y aumenta diez veces las posibilidades de contraer enfisema o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, conocida como EPOC. “Se están prendiendo focos rojos en las mujeres y su consumo de tabaco, pues las niñas de entre 12 y 15 años han duplicado su prevalencia, es decir, fuman el doble que hace unos años”, aseguró la doctora Guadalupe Ponciano Rodríguez, experta en modelos de tratamiento y prevención del tabaquismo.

La doctora Ponciano, profesora e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y fundadora en 2001 de la Clínica contra el Tabaquismo de esa
Universidad, explicó que las mujeres son más susceptibles a desarrollar adicción a sustancias como la nicotina, pues tienden a vincularla a sus emociones y sensaciones.

Asimismo, Ponciano Rodríguez afirmó que debido a las diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres, el daño del tabaco en la mujer es mayor: “Nuestro aparato respiratorio tiene menor superficie que el del hombre, por tanto, la entrada de sustancias tóxicas tiene mayor impacto en la reducida área de los pulmones de las mujeres, por ello aumenta el riesgo de padecer enfermedades como cáncer de pulmón y EPOC”.

La doctora Guadalupe Ponciano, especializada en el tratamiento de adicciones por los Centros de Integración Juvenil, advirtió que están cambiando las causas de muerte en mujeres mayores consumidoras de tabaco, “el daño del tabaco en el cuerpo es sistémico.
La nicotina viaja por la sangre y sus efectos no sólo se centran en los pulmones. En el caso de las mujeres, sobre todo en la posmenopausia, se han observado más casos de
muertes relacionadas con eventos cerebro-cardiovasculares, esto es, con infartos y embolias”.

Para la doctora Ponciano, las causas de este cambio en el consumo de tabaco de las mujeres son múltiples, pero intuye que están relacionadas con la implementación de estrategias de la industria tabacalera para vincular mujeres, empoderamiento y cigarro.
Asimismo, de difundir la idea del cigarrillo como supresor del apetito, “la sociedad nos pide ser delgadas, el cigarro es una supuesta forma de lograrlo, ¿cómo? a través de la
nicotina”.

Ponciano Rodríguez observó que la nicotina está rodeada de una serie de mitos. Explicó que no necesariamente quita el hambre: “la nicotina es una estimulante menor, es decir,
al entrar al cuerpo lo despierta, lo pone en alerta, hace que segregue adrenalina. Otro efecto es que ayuda a la generación de dopamina, provocando una sensación de placer muy breve. Además, provoca que las venas se reduzcan, lo cual impide una circulación regular de la sangre y produce la adhesión de grasas perjudiciales en los vasos
sanguíneos. De ahí el origen de los infartos cerebrales y del corazón”.

Finalmente, para la doctora Guadalupe Ponciano, el problema del tabaco en México es grave y está relacionado con enfermedades que se pueden prevenir. Por ello, advierte
que México puede mejorar su cumplimiento del Convenio Marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud, pues ahí están contenidas las mejores
estrategias para combatir una epidemia que mata en nuestro país a más de 66 mil personas al año. “La Ley General del Control del Tabaco puede modificarse, se han hecho esfuerzos para declarar todo México 100% libre de humo de tabaco, como lo marca el Convenio, pero no se ha logrado. Lo óptimo sería mejorar la Ley, tener campañas de
prevención, programas contra el tabaco de corto, mediano y largo plazo, así como su
evaluación constante”.

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