El ibuprofeno es el rey de los antiinflamatorios. Lo tomamos para combatir todo tipo de dolores, pero su ingestión por vía oral puede tener efectos secundarios y no es tan eficaz como sería de aplicarlo directamente sobre el foco de nuestro martirio.

Esto último lleva tiempo haciéndose con geles y otros productos, pero no con la eficacia que han logrado investigadores de la Universidad de Warwick, en el Reino Unido, en colaboración con la empresa Medherant: han desarrollado el primer parche de ibuprofeno que libera esta sustancia a través de la piel, justo donde se necesita y con una dosis constante en el tiempo.

El invento, adhesivo y transparente, contiene cantidades estimables del medicamento –hasta un 30 % de su peso o volumen– y lo va liberando durante doce horas, lo que abre la puerta al tratamiento de dolores crónicos sin las nocivas consecuencias de una continua toma oral.

El dispositivo emplea uno de los pocos polímeros que consigue absorber el ibuprofeno y servir a la vez para parches transdérmicos.

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