Las verdaderas leyendas re­nacen de las cenizas: Paul Van Dyk es una de ellas.

A principios de año el pro­ductor alemán se ausentó del Electric Daisy Carnival Mé­xico a consecuencia de una caída de seis metros que su­frió en el A State of Trance en Ámsterdam, Holanda, justo un día antes de su presentación en el país.

El resultado fue más ca­tastrófico de lo que se supo, narró el DJ en entre­vista con Excélsior.

«Recuerdo todo hasta que me caí, después entré en coma”, compar­te vía telefónica, “actualmente es­toy lejos de ser una persona cien por ciento sana. Sigo con dolo­res corporales las 24 horas al día, debido a que prevale­cen heridas que fueron real­mente graves que tomarán muchísimos años en sanar completamente.

«Los pronósticos de los doctores dicen que si voy a ser capaz de hacer el 50% de todas las actividades que so­lía hacer, entonces será una victoria épica y exitosa, por­que para ellos es un milagro que aún pueda pensar, ha­blar y leer. Tuve que volver a aprender todo: no podía hablar, mucho menos cami­nar”, reveló.

Margarita, su prometida colombiana —que lo ha in­troducido a la cultura latina, al baile, aunque él se dice terri­ble para bailar cumbia y salsa, a Carlos Vives y a Shakira, en­tre otros— ha sido la clave en su rehabilitación, que ha sido muy lenta.

Van Dyk, de 44 años, ha­bla de ella como su salvadora y la que a diario lo apoya en su rehabilitación.

“Sigo tomando terapias, fi­sioterapias, rehabilitación del sistema óseo, muscular, to­mando medicinas y todas esas recomendaciones médicas que realizo a diario. Lo más importante es concentrarme en las ganas de vivir, algo que he logrado con toda la gente que está alrededor de mí.

«Estoy agradecido con los colegas de la escena que mandaron toda su buena vi­bra, videomensajes; muchos fans también me empujaron a trabajar duro y no darme por vencido. Por eso es un milagro que aún siga aquí”, aceptó.

Escuchar músi­ca también ha sido buena terapia para el alemán, pues lo ayuda a mantener­se con los pies en la Tierra y saber que está respirando y con el cora­zón latiendo sin parar.

Afortunadamente los doc­tores dieron luz verde a que continúe haciendo música; sin embargo, no lleva el mis­mo ritmo de vida, ajetreado, viviendo en aviones y desper­tando a diario en otra parte del mundo.

Así que sus fans mexicanos tendrán una cita histórica con él el 3 de diciembre en la Expo Santa Fe, donde se realizará la primera edición del Dream­state, el festival especializa­do en trance de Insomniac, la compañía encargada del EDC.

“Justo como en los depor­tes tratamos de regresar poco a poco, no lo tengo prohibi­do, pero con el compromiso de que cada noche tengo que hacerlo mejor. He ido de me­nos a más: empecé con media hora, subo a una hora y últi­mamente he podido regresar a tocar durante dos horas.

«Amo la música, me apa­siona, es mi vida al igual que Margarita. Sí tiene ahorita sus dificultades porque despier­to con dolores y voy a la cama con los mismos. Ya nada es igual. Es duro, pero rendirse no es la opción, sino luchar hasta el final”, agregó.

Antes del accidente, Van Dyk estaba con la promoción de su nuevo disco The Politics of Dancing 3; sin embargo, la Ciudad de México ya po­drá escuchar un nuevo senci­llo, que lo apunta a una nueva producción discográfica en 2017.

“Regreso a México muy contento, a un festival que nos permite estar dentro de nues­tro género que es el trance, nos permite vivir una expe­riencia total a nivel personal y con los seguidores, esta vez voy a complacer a todos con las canciones que siempre me piden.

«Esperen escuchar ‘For An Angel’, ‘We Come Together’ y ‘We Are Alive’, entre otras. La gente sabe qué esperar, será una verdadera experiencia para todos los que viven con mi música”, adelantó sobre su show.

Van Dyk cerrará el año el 16 de diciembre en Berlín con el show Vandit Nights, don­de verdaderamente pondrá a prueba su fortaleza con un set de cinco horas de duración, donde dará un viaje a través de las mejores canciones y el mejor talento que ha desfilado en las filas de Vandit Records, su propio sello discográfico.

Excélsior

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