Luego de emitir su opinión con respecto a la música del fallecido Juan Gabriel, miles de fans del ‘Divo de Juárez’ se le fueron a la yugular al hoy exdirector de TV UNAM.

Nicolás Alvarado escribió, como lo hace a menudo, una columna. Esto implica que tal vez al entrar a leer un texto de esta naturaleza, uno se encuentre con la opinión del escritor.

Podemos estar de acuerdo o no, pero ¿satanizarlo por ir en contra de la opinión masiva? ¿Por no coincidir con los gustos populares?

Por supuesto que no, sin embargo, el problema con la columna de Nicolás Alvarado es que evidenció el terrible clasismo que por desgracia nos sigue dividiendo como sociedad y como país, con prejuicios tan básicos como denostar a una persona por su vestimenta o preferencia sexual.

Esto queda bien claro con la frase “Me irritan sus lentejuelas, no por jotas sino por nacas”, lo cual es inaceptable viniendo de cualquier persona, pero mucho más viniendo del director de un medio público y que representa a la máxima casa de estudios de nuestro país, como TV UNAM.

Así pues,  tras evidenciar su intolerancia y poco respeto a gran parte de la población mexicana, Nicolás Alvarado presentó su renuncia a la dirección de TV UNAM que, obviamente, fue aceptada.

En el documento, Nicolás Alvarado agradece a la Universidad la oportunidad de trabajar en un proyecto que le “dejó crecimiento personal y profesional”.

Sopitas

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