Hace justo 70 años, el cuerpo mutilado de una mujer joven fue encontrado a orillas del parque Leimert, en Los Ángeles, California. Era 15 de enero de 1947.

El cadáver fue partido en dos y abandonado la madrugada de ese mismo día. Su nombre era Elizabeth Short.

El caso policiaco tuvo diferentes aristas de investigación sin una resolución concreta y transcendió gracias a los medios de comunicación de la época como La Dalia Negra, debido a la vestimenta en negro de la bella mujer que sólo vivió 22 años.

Tal apodo fue después el título de la novela del estadunidense James Ellroy, escrita en 1987. El autor dedicó su texto —que forma parte de una tetralogía acerca de la corrupción política y la depravación en Los Ángeles en la década de los 40— a su madre Geneva Hilliker Ellroy (1915–1958), 29 años después de su muerte.

En 2006, el director Brian de Palma estrenó la versión cinematográfica, protagonizado por Josh Hartnett, Scarlett Johansson, Aaron Eckhart y Hilary Swank, en el Festival Internacional de Cine de Venecia.

Años más tarde, se realizó una adaptación a los escenarios a manos de John Richman,
misma que llegó a México, bajo la producción de Jorge Ortiz de Pinedo y Pedro Ortiz de Pinedo, el 11 de septiembre de 2015 al Foro Cultural Chapultepec.

Tal montaje dejó un grato sabor de boca al público mexicano, no sólo por el misterio de la historia, sino por la hechura en la que se utilizó por primera vez en nuestro país una combinación de tecnología, proyecciones como del cine y actuaciones planteadas para el escenario, haciendo de esta obra un exitoso experimento teatral.

La actriz Ariadne Díaz, quien estudió a Short para personificarla en escena, señaló que fue una mujer a la que juzgaron de diferentes maneras, pero que tenía un sinfín de ilusiones, pues nació en Hyde Park, Boston, Massachusetts, el 29 de julio de 1924, y de su lugar de origen viajó sola con aspiraciones para convertirse en actriz de Hollywood. Tal historia
se repite en muchas aspirantes que habitan en provincia y tienen el anhelo de acceder a las grandes empresas citadinas.

“Fue una mujer en una situación complicada, cuando la guerra había acabado, así que jugó sus cartas y lamentablemente acabó con alguien que le hizo esto. El caso provocó mucho revuelo, pero es, de alguna manera, la historia de muchas mujeres hoy en día. La realidad está plasmada ahí”, expresó Díaz en la publicación de Excélsior.

La historia real de Elizabeth Short fue investigada a profundidad, aunque su asesino nunca fue descubierto.

Fue una joven educada por su madre, luego de que su padre las abandonara, a ella y a sus cuatro hermanas. Sin embargo, volvió a verlo a sus 19 años de edad y decidió vivir con él en California, viendo tal oportunidad como el momento esperado para acercarse a Hollywood. Sin embargo, se separó de él al percatarse de que su padre sólo la quería como una criada en casa.

A pesar del rechazo de su madre por regresar con su padre, Short tenía viajes ocasionales para visitarla y vivía de lo que ganaba como camarera.

Estuvo a punto de casarse en 1945 con un comandante aéreo, pero murió en un accidente antes de ello.

Regresó en 1946 a California para encontrarse con un antiguo novio, que había conocido en Florida durante la guerra. Se separaron poco tiempo después, pero continuaron la comunicación a través de cartas. La última que él recibió de ella tenía fecha de 8 de enero de 1947 y decía que ella se iría a Chicago a trabajar como modelo.

Su cuerpo fue descubierto por una vecina llamada Betty Bersinger, que estaba caminando con su hija de tres años en un terreno baldío. Estaba desnuda y había sido cortada a la mitad, por la cintura. Su rostro también había cortado desde los labios hasta las orejas, así como otros signos de tortura. Al parecer fue maniatada al menos tres días.

El 23 de enero de 1947 el asesino llamó al editor del periódico Los Angeles Examiner, expresando su preocupación porque no estaban siguiendo de cerca la noticia del asesinato. Sin embargo, nunca fue encontrado.

Excelsior.

 

 

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