Como si fuera una de esas artesanías que llevan cuidado en los detalles, paciencia, dedicación y mucho amor, así fue como el cineasta Mat Whitecross fue hilvanando cada uno de los pormenores que cuentan la historia de Coldplay en el documental A Head Full Of Dreams.
A lo largo de casi dos horas, el británico plasma, intercalando el presente con el futuro, la historia de una banda que comenzó en los dormitorios de la Universidad de Londres, Inglaterra, bajo el nombre de Starfish y se convirtió en una de las agrupaciones más exitosas del mundo llamada Coldplay. Fue ahí donde la amistad entre Whitecross, Chris Martin (voz), Jonny Buckland (guitarrista), Guy Berryman (bajista), Will Champion (percusionista) y Phil Harvey (representante) se consolidó 20 años atrás. Fue un gran privilegio poder hacer esta película, fue una de las grandes fortunas que he tenido en mi vida: poder conocer a estas personas, tenerlos como amigos y contar su historia… aunque también es una gran responsabilidad. Cuando conoces a alguien y quieres contar su historia de alguna manera tratas de proteger su intimidad y, al mismo tiempo, contarla de la manera más veraz que puedas. Afortunadamente ellos fueron lo suficientemente abiertos como para confiar en nosotros”, dijo Whitecross en entrevista desde Londres.
A Head Full Of Dreams no sólo trata sobre la gira llena de color que Coldplay realizó entre 2016 y 2017, también plasma la complicidad y solidaridad que se ha cimentado entre los integrantes de la banda; cómo han encarado el éxito, la fama y los momentos no tan buenos de dos décadas, como el divorcio de Martin y la actriz Gwyneth Paltrow.
En este trabajo, Whitecross también quiso plasmar eso que tanto él como los integrantes de Coldplay se han llevado de sus visitas a Latinoamérica: la conexión que crean con la gente y la calidez de los lugareños. Hay algo que no pasa mucho en Inglaterra como en México, de alguna forma nos hemos vuelto un poco más emocionales, un poco más relajados. Un año antes de entrar a la universidad estuve viajando por Latinoamérica y pude palpar eso que tienen ustedes, esa calidez. Cuando regresé a Inglaterra y entré a la escuela, que fue donde los conocí (a los integrantes de Coldplay), hice contacto físico al saludarlos, como lo hacen ustedes, con un abrazo o con un beso y eso los alteraba un poco, pero con el tiempo nos hemos ido relajando, nos hemos vuelto un poco más emocionales, conocen todo de mí y yo de sus vidas. Fue muy interesante y muy emocional regresar a Latinoamérica en el último tramo de la gira y reconectar con los sonidos, con la gente que esperó por verlos y saber que lo que recibirían del público era diferente a lo que reciben de las audiencias de otros lugares del mundo, es muy sentimental y emocional, conectan de una manera muy especial con el público”, agregó el cineasta.
Para Whitecross uno de los principales retos que afrontó fue elegir, de entre dos mil horas de filmación, los elementos que formarían parte del documental —que ya está disponible en plataformas digitales— e incluir material del pasado que conservaban los integrantes de la banda para completar la historia. Fueron dos mil horas de material grabado el que teníamos, grabamos varios de los shows que se hicieron en la gira; lo que quería contar era esa historia de retos y amistad detrás de los shows y los discos. Nos dimos cuenta que no era necesario hablar de los Grammy o de un tour específico, sino de estos cinco individuos que son los que hacen que todo eso suceda. Mucho del material que utilizamos fue el que nosotros no hicimos hace tiempo y que nunca se utilizó, así que cuando estaba editando con Marc (Richardson) y no teníamos esas partes, apareció Guy, quien fue el que de pronto filmaba cosas en esa época y nos dio el material, sus primeras tocadas, cosas en la universidad, había muchas cosas y, en realidad, teníamos mucho de donde partir… si sólo hubiéramos tenido material de los últimos diez años hubiera sido una película completamente diferente”, concluyó.
CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR
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