Si Ricky Gervais se toma otra cerveza, entonces yo también. Anoche transmitieron los Globos de Oro y eso significa, les guste o no, que él también estuvo en televisión.

Esta es la ceremonia de premiación de la Hollywood Foreign Press Association, en la que se supone que te darás una idea más clara de quién ganará los Óscar dentro de poco. Aunque algunas cosas quedaron en claro (prepárate para que The Revenant, ganadora del premio a la mejor película dramática, acelere a fondo), otras no tanto.

Hubo mucha información fácil de asimilar, pero aquí agrego diez observaciones que explican cómo fue la noche.

¿Por dónde empezar? (¿Y en dónde está mi cerveza?).

Los buenos tiempos…

La única razón por la que cediste una noche de tu vida para ver una transmisión de los Globos de Oro fue confirmar la sospecha de que esta gente decorativa bien maquillada, que comparte la mesa con ríos de champán, la está pasando mucho mejor que tú. Alerta de spoiler: es cierto. El decoro nunca ha sido una variable imprescindible en estos premios, ni siquiera cuando los transmitían como parte del programa de variedades de Andy Williams en la década de 1960. Y sí, veo muchos ceños fruncidos por desconcierto en la Tierra Digital, así que…

Sigamos adelante…

Esa, por cierto, pareció ser la inquietud principal de la ceremonia del domingo por la noche. En cuanto los ganadores recibían sus trofeos, los echaban del escenario y los siguientes presentadores subían al escenario antes de que los anteriores hubieran terminado. Además, no puedes evitar preguntarte por qué todos los ganadores de televisión tuvieron que llegar desde el fondo de un teatro tan lleno. Sí, casi todo gira alrededor del cine, y las grandes estrellas están hasta adelante, pero en televisión sigue habiendo mejores ideas, historias más ricas y un entusiasmo vivaz por su producto multifacético.

¿Qué pasó?

Además: ¿alguien notó que a muchas otras personas (Amy Schumer y Jennifer Lawrence, entre ellas) les censuraron las groserías que dijeron en el escenario al lado de Ricky Gervais? Tal vez ese acto del principio, en el que Jonah Hill fingió que era el oso de The Revenant fue mucho más cómico de lo que pareció, pero los censores se aseguraron de que no pudieras escuchar todo lo que dijo. Como si eso hubiera hecho la diferencia…

Los chistes sobre Sean Penn…

Por otro lado, podías oír todo lo que Gervais tenía que decir. Es decir, en esos momentos relativamente raros en los que la cámara lo tomaba. El público en Twitter apostaba sobre cuántos segundos tardaría en hacer un chiste sobre Sean Penn y El Chapo. (Algunos creyeron que lo haría 15 segundos después del monólogo de apertura, aunque como ocurrió con todo lo demás en la ceremonia, parece que pasó más tiempo).

Sin embargo, la misantropía característica de Gervais, que fue parte del entusiasmo previo, pareció más prefabricada y menos inmoral que provocativa… salvo por esa frase para presentar a Matt Damon, el ganador del Globo de Oro, como «la única persona a la que Ben Affleck no le ha sido infiel». Damon rió tanto que casi echa a perder su diálogo de introducción a Misión Rescate. Es una fiesta y el bar sigue abierto.

Aquí tienes

Espera. ¿De verdad querías escuchar el chiste sobre Sean Penn? (Suspiro). Bueno. Gervais dijo: «Quiero hacer este monólogo y luego esconderme, ¿está bien? Ni siquiera Sean Penn podrá encontrarme… Soplón».

¡Tomen eso, estereotipos! 

Pero bueno, ya dejemos de hablar de Ricky (por ahora). ¿Qué te pareció que Eva Longoria y América Ferrera criticaran el estereotipo latino identificándose erróneamente (junto con otras estrellas latinas) para beneficio de quienes insisten en pensar en que es más o menos imposible distinguir a los actores «étnicos»? (Perdona, Eva, pero el próximo programa de Ferrera no deja de ser mejor que el tuyo). Fueron de los pocos que se presentaron en el escenario o de los miembros del público que aparentemente sabían exactamente qué querían decir y cómo. Parece que otros presentadores se equivocaron y arruinaron sus discursos asignados o preparados.

Denzel es igual que todos los demás

Aun así, cualquier persona que necesite más pruebas de que Denzel Washington, ganador del premio Cecil B. DeMille, tiene una capacidad sinigual de trascender hasta en las circunstancias menos prometedoras, solo tiene que observar su notablemente sincero intento de tomar sus gafas para leer un discurso que no podía recordar. Mientras tanto, los familiares que lo habían alcanzado en el escenario mientras aceptaba el premio actuaban como si estuvieran en casa intentando que papá se concentrara en cortar el pavo. Fue un gozo inesperado.

Esa no me la esperaba

Y hablando de lo «inesperado», ¿alguien pensó que Kate Winslet, Mozart in the Jungle, Lady Gaga, Gael García Bernal o Christian Slater ganarían en sus categorías respectivas? ¿Alguien esperaba que The Martian ganara en la categoría de mejor comedia o musical? No. ¿Sabes por qué? ¡Porque The Martian no es un musical, ni una comedia, y la debieron haber nominado en otra categoría! ¡Esa es la razón! Esta difícilmente es una sugerencia novedosa, ya que otros entendidos dijeron lo mismo acerca de la historia de supervivencia y ciencia ficción de Ridley Scott.

Gervais hizo varias bromas sobre eso a lo largo de la ceremonia, aunque ninguna de esas burlas se recordarán tan vívidamente como su intercambio amistoso-malicioso con Mel Gibson: Gervais bromeó sobre los problemas de Gibson con el alcohol y Gibson respondió diciendo que sus encuentros con Gervais son recordatorios de que necesita una colostomía.

En cuanto a la respuesta de Gervais, bueno, no la escuchamos completa gracias a los magos de la transmisión diferida. Pero por alguna razón, los censores no detectaron ese chiste final de Gervais: «Mel Gibson y yo les deseamos Shalom a todos».

Los ganadores inminentes 

Cualquiera que piense que ni Leonardo DiCaprio (ganador del premio al mejor actor por la cinta dramática The Revenant) ni Sylvester Stallone (mejor actor de reparto por Creed) ganarán el Óscar en un par de meses es tan tonto como Ricky Gervais cree que soy por haber visto el programa hasta el final. ¿Por qué? Porque ambos recibieron ovaciones de pie en una sala llena de miembros de la Academia.

Y para terminar 

Desearía poder decir más y lamento apresurar el final, pero la música me obliga a apresurarme de una (censurado) vez. ¡Hasta el fondo, amigos perdedores!

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