En el minuto 77, Víctor Guzmán hizo una rabieta. Alfredo Talavera se suspendió en el aire y desviaba un disparo que parecía terminaba dentro de la portería del Toluca. Esa atajada valió el empate a cero de los Diablos Rojos contra el Pachuca, en el estadio Hidalgo.

Los técnicos Diego Alonso, del Pachuca, en las gradas, y Hernán Cristante, en el banquillo del Toluca, prefirieron no recibir gol antes de anotarlo. Los dos equipos, mantuvieron el esférico en el mediocampo y el único que tuvo problemas fue el portero del Toluca, ninguno suficientemente grave para terminar en gol.

El coraje del Toluca está en que al minuto 37, Efraín Velarde festejaba el 1-0, y el asistente se acercó al banderín de tiro de esquina para avisarle que la jugada había sido invalidada por un supuesto fuera de lugar.

El problema del Pachuca es que dependen mucho de las acciones de Erick Gutiérrez e Hirving Lozano. El mediocampista es el encargado de iniciar la jugada en el ataque y el delantero tiene el papel de elemento clave al ataque.

Gutiérrez fue anulado por Antonio Ríos e Hirving Lozano fue frenado con falta, por eso el Toluca regresa a su casa con siete amonestados.

Cristante, a su vez, dio oportunidad de que Rubens Sambueza iniciara por segunda ocasión consecutiva como titular. El argentino, ex del América, tiene encima la responsabilidad de convertirse en una de las estrellas de los Diablos Rojos en su centenario. Por lo menos, contra Pachuca, sólo resaltó por una amonestación y su técnico lo debió mandar a la banca, al 89’, para evitar ser expulsado.

Alonso se dio tiempo de debutar a Francisco Figueroa, un joven de 17 años, que no evitó que el partido terminara en empate a cero.

Excelsior.

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