La federación de futbol de Chipre ordenó suspender indefinidamente todos los partidos en el país tras el boicot declarado por los árbitros en respuesta a un atentado con bomba contra el automóvil de un colega.

Según la policía, la detonación antes del amanecer de un artefacto explosivo que fue colocado en el techo del automóvil causó amplios daños.

Previo al anuncio de la suspensión de los partidos, la federación condenó el atentado contra el árbitro Andreas Constantinou como un “acto de terrorismo” que pretende atemorizar a los árbitros y perjudica al deporte.

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