El estadio Luzhnikí, que acogerá la final del Mundial de Rusia 2018, ya está preparado para recibir al argentino Leo Messi, quien debe inaugurar en noviembre el nuevo teatro de los sueños al mando de la Albiceleste. El Luzhnikí es uno de los mejores y más seguros estadios del mundo. Las obras terminaron y está listo para acoger partidos de futbol», aseguró Serguéi Sobianin, el alcalde de Moscú, a la prensa internacional.

En el mítico estadio olímpico, donde se celebraron los Juegos de Moscú 1980, logró algo aparentemente imposible, construir un nuevo coliseo conservando la fachada, las columnas exteriores y el tejado.

«El Luzhnikí es un símbolo del movimiento olímpico. Los moscovitas no nos lo hubieran perdonado», dijo, en alusión a la decisión de no demoler, sino reconstruir el viejo estadio Lenin, que en su momento tuvo más de 100 mil asientos.

El resultado asombró a los medios participantes en la gira organizada por la FIFA por las ciudades sede del Mundial, que comenzó en Yekaterimburgo, la ciudad más oriental del torneo, y concluyó en la capital rusa.

81 mil espectadores, su capacidad

El graderío, con asientos de diferentes colores, aunque todos con un tono burdeos elegido por votación popular, parece un anfiteatro con butacas, más que el estadio que será escenario del partido inaugural, una de las semifinales y la gran final de un Mundial el 15 de julio de 2018.

Más información en Excélsior.

http://www.excelsior.com.mx/adrenalina/2017/08/30/1185008

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