JLAguileraMuchos pueden pensar que formar un partido político es fácil, que sólo se trata de firmas, copias de credenciales, para después presentar los documentos ante un instituto electoral y obtener el registro; otros pueden pensar que con dinero y patrocinadores se puede tener un nuevo partido.

El PRI, que nació en 1929 y el PAN, que se formó en 1939, son los partidos más antiguos de México, muchos otros se quedaron en vía de serlo, es más no habría espacio para enunciar a cada uno de ellos.

Y no es hasta 1988 cuando comienza la formación de lo que hoy conocemos como izquierda, y que vio nacer al PRD en 1989, con ello el país abría paso a nuevas fuerzas políticas, la diferencia la hacían sus militantes, pues los de recién creación tenían menos que los “grandes”, que se habían hecho de simpatizantes a lo largo de los años.

Es cierto que la formación del PRD no fue fácil, pero tampoco imposible, pues un grupo de ex priístas decidió dejar atrás el tricolor para iniciar una nueva aventura, lo que sin duda motivó el surgimiento de otros partidos políticos.

Así en respuesta a las demandas de la sociedad, quien en el año 2000 demostró en las urnas que no siempre hay que votar por el de siempre, nace CONVERGENCIA, un partido fuerte y con nuevas formas.

Muchos veníamos de otros partidos, donde claramente no cabían nuestros ideales, y encontramos en el partido naranja una oportunidad de crecimiento, pero la pregunta era, cómo crecer, con qué.

De esta manera, un grupo de mujeres, hombres, jóvenes, profesionistas y muchos más, conjuntaron talento y esfuerzo y en el año 2003 Convergencia consigue su registro en Querétaro, convirtiéndose así en una nueva opción para los queretanos.

Convergencia demostró tener una estructura sólida, pues nace con nuevas ideas, no las de siempre, pero sobre todo nace con libertad y lealtad, factores que muy difícilmente se encuentran en la política local y nacional.

Pero dicha estructura tenía que contar con un guía de trabajo, que tuviera carácter, decisión y sobre todo experiencia demostrada en la labor política, es así como José Luis Aguilera Ortiz toma las riendas de Convergencia en Querétaro, hasta lograr su posicionamiento entre las fuerzas políticas locales.

Convergencia abrió sus puertas a la sociedad, no se requería ser militante, pues el único requisito era tener la disposición de cambiar las condiciones sociales de Querétaro, a este llamado atendieron empresarios, jóvenes, mujeres, hombres y verdaderos líderes de las colonias y los 18 municipios.

Después Convergencia paso a ser Movimiento Ciudadano, sin embargo los ideales son los mismos, al punto que hoy somos una fuerza real en Querétaro; es cierto fue fácil, pero los logros alcanzados se deben al esfuerzo de su gente, así como a más de 50 mil personas que votaron en 15 distritos locales, que sumaron 27 mil votos en el ámbito municipal, y que gracias a los resultados, permanecen leales al partido naranja.

No negamos que como en todo partido hay problemas en su interior, o mejor conocidas como «las grillas internas», pero eso hace especial a los partidos, si no existieran los problemas, que caso tendría hacer un partido. Lo que se hace entre militantes, se queda en el partido, no sale, no se litiga, quien lo haga, entonces no le interesa el partido en el que milita. Pero al final el partido naranja, gracias a su fuerte estructura, está preparado para el proceso electoral del 2015.

Entonces, ¿Crear un partido es fácil? Con seguridad puedo decir que no, pues hacer un partido en la actualidad significa ganar la confianza del ciudadano, respetarlo y llevar su propuesta a las altas tribunas y votar en beneficio de la sociedad que se representa.

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