AFA-CatonAl terminar la noche de bodas Pirulina le dijo a Simpliciano: “Tuve una noche de amor perfecta”.
“¿De veras?” -exclamó él, halagado.

“Sí-confirma la muchacha-.

Pero no fue ésta”. Un hombre bebía, solitario, en la barra de la cantina. El tabernero, compasivo como casi todos los de su oficio, le preguntó solícito: “¿Qué le pasa, señor?”.

Respondió el otro, sombrío: “Mi esposa huyó con mi mejor amigo”.

“¡Caramba! -se consternó sinceramente el cantinero-.

¡Cuánto lo siento!”. “Se lo aprecio -agradeció el individuo-.

¡Viera cómo lo extraño!”.

La señorita Peripalda rezaba con mucha devoción: “¡No me pongas en tentación, Dios mío! ¡Nada más dime dónde está, y yo me pondré sola!”.

Un tipo le contó a otro: “Anoche le dije a mi mujer: ‘Cuando me llegue la hora no quiero estar como un vegetal, conectado a una máquina y dependiendo de un líquido para mantenerme con vida.

Si eso llega a suceder, desconéctame inmediatamente’.

Entonces ella se levantó, desconectó la tele y me quitó de la mano la cerveza”.

Me pregunto si los poetas han abdicado de su papel de vates, o sea de profetas en el sentido de ser voz de aquellos que no tienen voz.

Quizás hubo un momento en que los poetas no escribieron ya para la gente, sino para los demás poetas.

Se volvieron entonces crípticos, alambicados, artificiosos y afectados, por no decir herméticos y rebuscados.

(Un par de bellas excepciones a esto serían León Felipe y Jaime Sabines).

Parece ser que en nuestro tiempo los cineastas han venido a llenar ese vacío.

El escrito que hizo publicar Alfonso Cuarón con preguntas al Presidente Peña Nieto acerca de la reforma energética tiene tonos de profeta que en nombre de la gente hace una demanda al poderoso.

Por eso su publicación tuvo considerablemente más impacto que todas las manifestaciones juntas de Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador, y desde luego que todos los artículos de prensa que se han escrito en torno del asunto.

No faltarán las voces oficiales que tildarán a esas preguntas de simplistas y dirán que para darles respuesta se necesitarían 50 mil fojas útiles y vuelta, así de técnicas son las arduas cuestiones que plantea ese difícil tema, superior a la comprensión de los humanos comunes y corrientes.

El Presidente, sin embargo, cometerá un error muy grave si no le da a Cuarón pronta respuesta, y por la misma vía -clara y pública- que el artista usó para hacer sus cuestionamientos.

Esperar para dar la contestación a que se elaboren las leyes secundarias sobre la tal reforma es darle largas al asunto, salida burocrática que a nadie habrá de convencer.

Se podrá estar de acuerdo o no con los desacuerdos del cineasta, pero lo cierto es que la falta de pronta atención a ese ciudadano, soslayar en cualquier forma su solicitud de aclaraciones, sería volver a los pasados tiempos del “ni los veo, ni los oigo”, que definió la actitud del viejo régimen ante la ciudadanía.

Pienso que Peña Nieto puede contestar en forma oportuna, cabal y bien articulada las preguntas que se le hicieron.

Cuarón espera la respuesta del Presidente.

La opinión pública también. El juez se dirigió, severo, al acusado.

“Según entiendo tiene usted tres esposas.

¿Por qué?”. “Señor juez -arguyó el sujeto-.

Una no es suficiente, y eso de que le digan a uno bígamo se oye muy feo”.

Babalucas fue a la tienda de mascotas a devolver el pececito que había comprado.

“Tiene convulsiones” -explicó.

El encargado vio al pez y declaró: “No veo que tenga ninguna convulsión”.

Replica el badulaque: “Espere a que lo saque del agua”.

La célebre antropóloga le dijo a una colega: “Acabo de hacer un descubrimiento de importancia.

La primera protección testicular en el deporte se hizo en 1874, para proteger la entrepierna del portero en el hockey sobre hielo.

En cambio el primer casco en ese juego se usó hasta 1974”.

Preguntó la otra, extrañada: “Y ¿qué importancia tiene eso?”.

Respondió la antropóloga: “Significa que los hombres tardaron un siglo en darse cuenta de que también su cerebro es importante”.

(¿Cuál es en el fondo la diferencia principal entre el hombre y la mujer? La mujer aspira a tener un único hombre que satisfaga sus muchas necesidades.

El hombre aspira a tener muchas mujeres que satisfagan su única necesidad).

FIN.

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